El jamón crudo es uno de los fiambres infaltables en la mesa de los argentinos. Sin embargo, pocas personas saben como guardarlo de una manera correcta para conservar su calidad.
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Si bien existen métodos conocidos como cubrir el jamón con su grasa o envolverlo en un paño, no siempre son las mejores opciones. Los expertos recomiendan optar por soluciones más efectivas, como el uso de papel film. Esta opción ayuda a preservar su frescura y evitar que se reseque.
El lugar ideal para su conservación
La clave está en ubicar el jamón en un lugar fresco y seco. La humedad y el calor pueden alterar su textura y sabor, por lo que es crucial protegerlo adecuadamente.
También, usar el papel film o una combinación con la grasa del propio jamón puede ser altamente beneficioso. Este enfoque crea una capa protectora que conserva su esencia durante más tiempo.
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Además, como se corta el jamón también influye en su conservación. Los expertos insisten en utilizar cuchillos bien afilados para evitar dañar la estructura del producto. Además, cubrir la parte expuesta con film ajustado minimiza la oxidación y asegura que cada feta conserve su frescura original.
El envasado al vacío es una opción excelente para quienes desean extender la vida útil del jamón. Este método elimina el contacto con el oxígeno, ralentizando la oxidación y el desarrollo de microorganismos. Según expertos del sector, un jamón envasado al vacío puede durar entre 3 y 6 meses sin abrir, siempre que se almacene adecuadamente.
