Los huevos son un alimento básico en la mayoría de los hogares, pero su correcta conservación puede generar dudas. Aunque parecen resistentes, su frescura y seguridad dependen mucho de cómo y dónde se almacenen.
Existen ciertas recomendaciones a tener en cuenta a la hora de guardar los huevos en la heladera para prolongar su vida útil y evitar que se echen a perder rápidamente.
Leé también: Ni en la puerta ni afuera de la heladera: el lugar donde hay que guardar los huevos para que no se pudran
1. No laves los huevos antes de guardarlos
Aunque pueda parecer una buena idea, lavar los huevos elimina su cutícula natural, una capa protectora que evita la entrada de bacterias. Es mejor lavarlos justo antes de usarlos.
2. Evitá almacenarlos en la puerta de la heladera
Aunque muchas heladeras tienen un espacio designado en la puerta, este no es el lugar ideal. La puerta es la zona más expuesta a cambios de temperatura cada vez que se abre y se cierra.
3. Usá el envase original
El cartón de los huevos está diseñado para protegerlos de golpes y absorber la humedad. Además, suele tener impresa la fecha de vencimiento, algo útil para controlar su frescura.
4. Mantené la temperatura adecuada
La heladera debe mantenerse a una temperatura constante de entre 1°C y 4°C. Esto ralentiza el crecimiento de bacterias como la Salmonella y prolonga la vida útil de los huevos.
5. ¿Qué hacer con los huevos cocidos?
Si ya los cociste, guardalos en un recipiente hermético en la heladera y consumilos dentro de 3 a 5 días. No los dejes a temperatura ambiente por más de 2 horas.
¿Cómo saber si un huevo está bueno?
Si no estás seguro de la frescura de un huevo, sumergilo en un vaso con agua:
- Si se hunde y queda de lado, está fresco.
- Si se hunde pero se queda de pie, está cerca de vencer.
- Si flota, mejor no lo consumas.
Leé también: Ni una semana ni un mes: cuánto tiempo duran los huevos en la heladera
¿Se pueden congelar los huevos?
Los huevos crudos no deben congelarse en su cáscara, ya que esta puede romperse. En su lugar, bate las claras y las yemas juntas o sepáralas y guárdalas en recipientes herméticos para congelar. Así pueden durar hasta 12 meses.
