¿Cansado de una cocina blanca y sin vida? ¡Es hora de darle un toque de color! El color no solo transforma un espacio, sino que también puede influir en nuestro estado de ánimo y hasta en nuestro apetito. Si buscas una cocina más acogedora y que invite a disfrutar de cada comida, los colores cálidos son tu mejor aliado.
¿Por qué el blanco no es el mejor aliado para el apetito?
Si bien el blanco es un color clásico y atemporal, en la cocina puede resultar frío y poco acogedor. Asociado a la limpieza y la esterilidad, el blanco puede disminuir nuestro deseo de comer. Además, puede hacer que los alimentos se vean menos apetitosos.
Colores que estimulan el apetito:
- Naranja: Este color es uno de los más efectivos para estimular el apetito. Asociado a la alegría y la energía, el naranja nos recuerda a frutas como las naranjas y las mandarinas, lo que aumenta nuestras ganas de comer.
- Rojo: El rojo es otro color que despierta nuestros sentidos y nos invita a disfrutar de la comida. Este color intenso eleva la frecuencia cardíaca y la presión arterial, aumentando el apetito.
- Amarillo: El amarillo es un color alegre y optimista que estimula el apetito. Asociado al sol y a la comida, el amarillo hace que los alimentos se vean más apetitosos.
- Verde: Aunque pueda parecer contradictorio, el verde también puede estimular el apetito. El verde nos recuerda a la naturaleza y a los alimentos frescos, lo que nos invita a comer de forma saludable.
Cómo incorporar estos colores en tu cocina:
- Paredes: Una pared de acento en un color cálido puede transformar por completo tu cocina.
- Muebles: Elige muebles en tonos cálidos como el naranja, el rojo o el amarillo.
- Accesorios: Utiliza elementos decorativos como vajilla, textiles y utensilios de cocina en colores vibrantes.
- Iluminación: Una iluminación cálida y acogedora realzará los colores de tu cocina.