Con la llegada del verano y las altas temperaturas, el aire acondicionado se vuelve un compañero indispensable para el día a día. Sin embargo, hay errores frecuentes que se suelen cometer muchas personas y que aumentan el consumo de energía.
Leé también: Un electricista explicó qué hacer cuando el aire acondicionado no enfría
- Poner la temperatura demasiado baja: La configuración del aire acondicionado a temperaturas demasiado frías (a partir de 18°C o menos) hace que el equipo trabaje mucho más, por lo que termina consumiendo más electricidad de lo normal. La temperatura recomendada es entre 24° y 26°.
- No mantener puertas y ventanas cerradas: Si el ambiente que se quiere enfriar no está cerrado completamente, el aire puede salir por las ventanas o puertas sin mantenerse allí dentro. Además, de lo contrario, ingresaría el aire caliente del exterior, por lo que el aire acondicionado funcionará continuamente para mantener la temperatura deseada.
- No hacer una limpieza regular de los filtros: Si los filtros del aparato se encuentran sucios dificultan el flujo de aire, obligando al electrodoméstico a trabajar más para enfriar el espacio. Por eso, es recomendable limpiarlos cada 2 o 4 semanas para mejorar su eficiencia.
- Prender y apagar el aparato constantemente: Apagar o encender el aire acondicionado en reiteradas ocasiones durante el día hará que el consumo de energía sea mayor a que si se encuentra funcionando de manera frecuente a una temperatura moderada. En este caso, es preferible seleccionar el temporizador para elegir el momento de apagarlo.
- Colocar el termostato en un lugar inadecuado: Si está ubicado en lugares con exposición directa al sol, cerca de lámparas o electrodomésticos que emitan calor, detectará una temperatura más alta de la real y hará que el aparato trabaje de más. Es aconsejable asegurarse de que se encuentre en un espacio neutro y con sombra.
El botón del aire acondicionado que pocos usan pero es clave para optimizar su funcionamiento
El botón “Dry”, cuyo significado en inglés es “seco”, activa una función diseñada específicamente para controlar la humedad del ambiente y ofrecer una experiencia más agradable y eficiente. Aunque muchos usuarios utilizan exclusivamente las funciones de enfriamiento o calefacción de sus aires acondicionados, el modo “Dry” puede ser un aliado en situaciones donde el problema no es tanto el calor, sino la sensación de pesadez provocada por altos niveles de humedad.
Cuando se activa esta función, el aire acondicionado ajusta su operación para reducir la humedad sin enfriar excesivamente el espacio, lo que resulta en un ambiente fresco, seco y confortable.
Leé también: Cómo limpiar los filtros del aire acondicionado para que funcione mejor durante el verano
Beneficios de usar el botón “Dry”
- Mayor comodidad térmica: la humedad alta hace que las temperaturas cálidas se sientan más incómodas, incluso cuando el termómetro no marca valores extremos. Al reducir la humedad con el modo “Dry”, la sensación térmica mejora, permitiéndote disfrutar de un ambiente fresco y seco, incluso con temperaturas algo superiores.
- Prevención de problemas de salud: la alta humedad es un caldo de cultivo para el moho, los ácaros y otros alérgenos que pueden comprometer la salud. Usar el modo “Dry” ayuda a controlar estos factores, protegiendo tanto tu bienestar como el de tu familia.
- Ahorro energético: en comparación con el modo de enfriamiento, el botón “Dry” consume menos energía. Esto se debe a que el aire acondicionado no necesita trabajar tan intensamente para reducir la temperatura, ya que su enfoque está en eliminar la humedad. Como resultado, podés ahorrar en tus facturas eléctricas.
- Conservación de tu hogar: controlar la humedad en el ambiente también ayuda a prevenir la condensación en ventanas y paredes, protegiendo la estructura de tu hogar y prolongando la vida útil de muebles y electrodomésticos.