No es algo difícil de preparar y, si bien tienen su toque artesanal, hacer muffins de avena y manzana es algo que cualquiera puede poner manos a la obra en su casa y asegurarse una rica delicatesen para la merienda.
Y más que eso, porque además de ser algo distinto y con estilo casero, estos muffins son saludables y llevan pocos ingredientes, convirtiendo a esta receta en una tentación casi tan grande como su propio resultado pastelero.
Muffins de avena y manzana: ingredientes
- 80 gramos de copos de avena integral
- 200 ml de leche (puede ser animal o vegetal, según el gusto)
- 75 ml de aceite de coco
- 2 huevos frescos
- 180 gramos de harina de avena integral
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- 15 gramos de levadura en polvo
- 100 gramos de manzana
- Moldes para muffins (no es un ingrediente, pero es algo vital y, que tal vez, no sea usual entre los utensilios de la cocina)
Cómo hacer muffins de avena y manzana: modo de preparación
- El primer punto es tener a mano un bowl que tenga una buena profundidad para que al momento de la mezcla, ésta no salpique hacia afuera y se pierda contenido.
- Una vez que el bowl está listo sobre la mesada, echarle en su interior la leche junto al aceite de coco. Luego, agregarle los copos de avena integral y dejar en reserva durante media hora, aproximadamente.
- Encender el horno a una temperatura de 180°C y, mientras se va precalentando, tomar otro recipiente y romper y batir los dos huevos. Una vez que llegó a punto nieve, sumarle el líquido del huevo batido a la mezcla de los copos de avena integral con la leche y el aceite de coco. Y batir.
Con pocos ingredientes y en una hora, es posible deleitarse con unos ricos muffins caseros de avena y manzana. FOTO: Instagram / @lacocinadeidelisa
- Tamizar la harina de avena integral y la levadura e irla sumando al resto de los ingredientes de a poco y sin dejar de mezclar.
- Por último, incorporar los 100 gramos de manzana cortada en cubitos pequeños (rallada no conviene porque queda como una pasta y la idea es que tenga consistencia) y repartirla entre toda la masa y continuar mezclando como para que se incorpore bien.
- Coloca la mezcla en los moldes para muffins y llevar al horno durante unos 35 minutos, revisando que no se pasen para evitar que se quemen los bordes.
- Como ocurre con cualquier budín o bizcochuelo, es importante dejarlos enfriar antes de servir: para que realce su sabor y para que el muffin no se desarme al manipularlo en caliente.
Dónde se originaron los muffins
- Esta delicia que suele usarse en la merienda tiene como origen el Reino Unido. Es un producto de la pastelería británica que viene desde el siglo XVIII, aunque curiosamente su nombre proviene de una palabra de sus archirrivales de aquellas épocas, los franceses, cuyos “moufflet” significan pan suave.
- Y de eso se trata, en cierto modo, el muffin tal como se lo conoce en la actualidad. Es una suerte de pan suave o bizcochuelo esponjoso que terminó de tomar su formato cuando los británicos lo llevaron a los Estados Unidos, donde también se consolidó como acompañante de las meriendas a partir del siglo XIX.
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- En esta receta, los muffins son súper saludables, porque están preparados a base de avena y manzana. Sin embargo, sabido es que se pueden hacer con una amplia variedad de sabores e, incluso, de colores, porque pueden ser de fruta, de chocolate, de frutos secos o también de queso, abriendo el juego a la posibilidad de los muffins salados.
- Suelen ser confundidos con las magdalenas o las cupcakes. Sin embargo, la diferencia entre un producto y el otro está vinculado directamente a la masa. A diferencia de las mencionadas, los muffins estilo británico son más grandes de tamaño y tienen una masa con mayor humedad y más compacta.
