Decenas de vagones de un tren han desaparecido. Parece imposible, pero por mucho tiempo ese fue el destino real del otrora llamado Tren de los Pueblos Libres.
La formación, que fue inaugurada con bombos y platillos en el 2011 por Cristina Kirchner, solo funcionó durante cinco meses y está parada desde el 2012.
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El tren unía Argentina con Uruguay y cuando dejó de funcionar estuvo estacionado en la estación Pilar del Ferrocarril Urquiza. Luego desapareció como por arte de magia, aunque algunos dicen haber visto los mismos vagones en Zárate.
Después de esos últimos datos, transcurrieron un par de años en donde nadie supo a ciencia cierta dónde estuvieron.
Ahora se sabe que la formación está abandonada en la estación de Enrique Carbó, un pueblito de mil quinientos habitantes del sur de Entre Ríos. Pero ese tren ya no es lo que era.
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La formación que unió, por solo unos meses, la Estación Pilar en Argentina con la localidad de Paso de los Toros en Uruguay quedó reducida a un montón de basura y escombros.
Abandonada y sin ningún tipo de custodia, el convoy fue vandalizado y ahora sus restos se podrían vender como chatarra. Recorrimos los vagones abandonados de día y nos encontramos con un verdadero nido de ratas.
De noche, alertados por un grupo de vecinos que nos contaron que escucharon ruidos, fuimos a ver lo que pasaba. Cuando cae el sol, el lugar da miedo. Allí puede pasar cualquier cosa. Pero la decisión de dejar abandonado el tren se tomó a plena luz del día. Y eso también es de terror.
