Encontré esta historia en lo profundo del Mercado Central de Buenos Aires. Es ese un ámbito que refleja trabajo duro, de sudor, esfuerzo, de sol a sol… Pero también hay un reino de sabores en el Pabellón Número 3, allí donde Patricia y Romina inventaron un ámbito de magia para el paladar.
Ya fueron bautizadas para siempre como “Las chicas del puesto 3″. Un documental de esos que muestran la comida callejera de las grandes capitales del mundo, y que se emite por Netflix, las hicieron trascender nuestras fronteras. Y no solo van a comer a su puesto los obreros y empleados de ese gran monstruo que es el Mercado Central…
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A ver, a ver…la vedette del puesto es la tortilla de papas con relleno de jamón y mozzarella. El plato parece simple, pero es algo superior. Salen tortillas altas, perfectas, elaboradas con seis huevos de campo. Doraditas pero no secas.
Pero hay tres productos más. La histórica pizza –que las chicas amasan con sus manos- que ya vendía el papá de Patricia hace 30 años, y unos sanguchones de milanesa gigantes, elaborados con carne de lomo rebozada…y por último, una empanadas que son un cañonazo. La carne, cortada a cuchillo, re tierna y acompañada por un pequeño pote con picante que podés o no agregar, pero que tiene una fórmula mágica.
Patricia Rodriguez Real y Patricia Moore son pareja desde hace diez años y comparten además de la casa y la familia su pasión por la gastronomía. ¿Cómo se conocieron? Lo extraño es el lugar, o la forma…si te planteo como en una trivia diez opciones, no acertarías.
El encuentro fue en ¡un partido de fútbol! Y, según parece, poco amistoso al principio.
Ahora, las chicas de la 3 tienen una gran responsabilidad de cuidar el producto, de no marearse con la fama (porque vienen a conocer el puesto gente de todo el mundo, que se agregan a la clientela habitual del Mercado) y darle con más ganas para adelante.
Mucho amor, de hecho hay en lo que hacen y esa, tal vez sea la receta del éxito.
Pero lo extraordinario es como conviven en las mismas banquetas los obreros, empleados, gerentes, ceos de empresas y turistas extranjeros que llegan después de haber visto el programa Street Food que las tuvo como estrellas de la comida callejera de Buenos Aires.
Ah, Romi y Pato son fanáticas de Independiente, un amor compartido por quien esto escribe. Por lo que hubo una selfie de despedida, después de haber degustado los productos de las chicas de la 3, una verdadera oda a la comida casera: rica, buena y barata.
