Es una de las casas más extrañas de Buenos Aires. ¿Nunca te preguntaste qué diablos hace esa casa en la terraza de un edificio de ocho pisos? Y más: ¿de quién es? ¿Quién la hizo? ¿Cómo la hizo y para qué la hizo? Y está al lado del Obelisco, encima. Bueno, vamos a desentrañar el misterio. Parte a parte.
Diego Shetson es bisnieto del inmigrante español Rafael Díaz, un hombre que vino corrido por el hambre y que se volvió millonario vendiendo muebles desde 1887.
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El edificio de ocho pisos era como un shopping de muebles en su época. Díaz fue un genio del marketing: llegó a hacer funcionar una radio en ese edificio que salió al aire con el nombre de LOK Radio Mueblería Díaz.
Díaz se volvió millonario porque era un genio de la creatividad y por prepotencia de trabajo. Él vivía en Banfield. Al hombre le gustaba hacer la siesta. Consideraba una pérdida de tiempo volver a su casa en Banfield para dormir una hora. Y así fue como entonces… ¡Nació el chalecito de estilo normando, como muchos de los que él conoció en Mar del Plata!
Lo primero que uno ve en el chalet es un retrato del señor Díaz y la espectacular chapa dorada que distinguía al comercio. La vista desde la casa cerca del cielo es alucinante. Es una vista de Buenos Aires impactante, con el Obelisco, la 9 de julio, y las cúpulas de edificios emblemáticos, como el Congreso y el Palacio Barolo.
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Pero el chalet y el edificio buscan ahora un destino. Los herederos de Díaz alquilaron varios pisos desde que la mueblería cerró sus puertas. En los planes de Diego figuran proyectos culturales: salas de conferencias, de exposiciones, espectáculos de tango y tal vez visitas guiadas al chalet con un sector dedicado a la gastronomía.
Una idea que ya germina es repetir los radioteatros de la antigua radio, con asistencia de público. No me iba a perder la ocasión de rechazar el convite que me hicieron los artistas. “¿Mario, te animás a leer los comerciales de la obra de teatro que vamos a leer?”. Pero cómo, ¡claro que sí!
La casita del cielo deja de ser uno de los grandes misterios de Buenos Aires. El resto del edificio tal vez sea vendido o alquilado, pero el chalet de la siesta es patrimonio cultural de la ciudad desde 2014.
O sea que el chalet está custodiado de por vida y allá en las alturas, acaso, por los ángeles de Buenos Aires...