En los últimos días cerca de 50 vecinos de Monte Quemado, en Santiago del Estero, se enfermaron y todo apunta a la carne que sale del matadero municipal. Decenas de vecinos realizaron una protesta en el lugar y se horrorizaron con las condiciones en las que se faenaba el producto que comen: el techo roto, la carne apoyada en el piso en medio de charcos de sangre y junto a animales muertos, los pisos quebrados, las moscas por doquier.
“Acá hay mucha gente enferma, el matadero era todo un asco. Lo tienen que clausurar, no se puede vivir así, que den una carne así no se puede”, denunció en diálogo con TN una vecina de Monte Quemado que participó en la protesta.
El matadero del horror de Monte Quemado: “Hace más de 30 años que trabajan de esta manera”
Una militante del Frente de Organizaciones en Lucha dijo a este medio que el problema del matadero es de larga data. “Hace más de 30 años que se está trabajando de esta manera, en esta situación crítica, muy sucia. El lugar no tenía piso, en las paredes los cerámicos estaban quebrados, había una mugre total”, contó.
Según explicó, la municipalidad construyó un nuevo matadero atrás de este pero “no lo tienen en uso porque no está terminado”.
Acerca de los enfermos, dijo que “sigue habiendo casos y niños que orinan sangre por las bacterias de la carne”.
El matadero del horror de Monte Quemado: “Hay una denuncia penal contra las autoridades municipales y provinciales”
El diputado provincial Rodrigo Posse (PRO) realizó una denuncia penal “en contra de las autoridades municipales y provinciales”, según contó en un video publicado en su cuenta de Facebook.
“Más de 45 personas se encuentran hospitalizadas en el hospital zonal por haber consumido carne que, según se cree, puede haber tenido una bacteria”, declaró.
En el video, denunció “la paupérrima situación del matadero, donde se faena a cielo abierto, sin respetar ninguna norma bromatológica de ningún tipo”. Afirmó que del establecimiento “la carne sale sin tener frío y sin haber sido faenados los animales como corresponde”.
