El 8 de mayo, la Iglesia Católica celebra el Día de Nuestra Señora de Luján. La Virgen es la Patrona de la República Argentina, además de serlo de Uruguay y Paraguay.
Localizada en la Basílica Nuestra Señora de Luján, la imagen original que la representa es modesta: apenas 38 centímetros de altura, realizada en arcilla cocida. En 1763 se inauguró el primer santuario.
Finalmente, el 8 de mayo de 1887, el entonces Papa León XXIII la coronó como “Nuestra Señora de Luján”. De esa manera, dio origen a la festividad, que se realiza todos los años, con una gran convocatoria, que lamentablemente no se realizará a raíz de la pandemia.
Los hechos en torno a su figura durante su permanencia en las inmediaciones del río Luján, principalmente, en el siglo XVII fueron interpretados como providenciales. Cada año, su figura despierta multitudinarias peregrinaciones, con personas que llegan desde todo el país y naciones vecinas para pedir o agradecerle.
Lo que cuenta la tradición
Según dice la leyenda, el destino final de la imagen de Virgen no era Luján. Proveniente de Brasil, era llevada desde la ciudad de Buenos Aires hasta el pueblo de Sumampa, en la provincia de Santiago del Estero, donde sería su destino final.
Ése era el encargo -y el deseo- de un viajero portugués de buena posición económica. Pero los planes no salieron de acuerdo a lo planeado. A orillas del río Luján, la carreta tirada por bueyes que trasladaba a la Virgen se detuvo sin razón alguna en un paraje denominado Árbol Solo muy cerca del espejo de agua.
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Los fieles dicen que la Virgen eligió de esa forma el emplazamiento de su iglesia y, de esa manera, el nacimiento de una de las ciudades más reconocidas dentro del país y de la inmensa provincia de Buenos Aires.
Turismo religioso
Luján es uno de los puntos más visitados del país, en el marco de la oferta de turismo religioso. En el vasto territorio de la provincia de Buenos Aires, el viajero puede encontrar numerosas iglesias, capillas rurales y monasterios.
Además, puede participar de algunas de las ceremonias impactantes como la multitudinaria peregrinación que se organiza cada año a pie hacia la Basílica de Luján o el tradicional Vía Crucis de Tandil, 300 kilómetros al sur de la capital argentina.
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En la ciudad de Buenos Aires, por su parte, se destaca no solo la rica arquitectura religiosa heredada de la época colonial, sino el circuito vinculado con los lugares donde vivió y predicó el papa Francisco.
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