El sol siempre está. En todas partes del mundo, los amaneceres aparecen como salidos de películas. Es el propio astro que genera admiración de quienes lo presencian. La espectacularidad la brinda el entorno y puede ser inspiración de obras maestras en la pintura o fotografía.
Estira sus brazos por sobre el horizonte y la claridad va colmando el cielo que se funde en diferentes colores hasta que, a razón de minutos, se vuelve celeste cuando el sol se dispone a mostrarse por completo. Por eso, te mostramos 10 de los mejores lugares donde se puede apreciar este espectáculo natural inacabable.
Estambul (Turquía)
El Cuerno de Oro, ese es el punto donde tenés que estar para ver salir el sol en Estambul. Con las altas torres de las mezquitas adornando el cielo y el rubor de la mañana para contemplar y sentir el nuevo día.
Parque Nacional del Serengeti (Tanzania)
“Bichinos” a contraluz, en un cuadro costumbrista de África que deja sin aliento. Los amaneceres del Serengeti, amarillos y salvajes, son para guardarlos y recordarlos por el resto de tu vida.
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Meoto Iwa, Futami (Japón)
Los amaneceres en Japón son unos de los más madrugadores del mundo. Pero, a su vez, tienen un significado extra. En la costa de Futami, dos rocas permanecen unidas por una pesada soga de paja de arroz. Son el matrimonio que representa a los dos primeros dioses que unieron sus destinos en el Japón primigenio. En verano, el sol asoma entre ambas rocas como símbolo de fertilidad.
Isla de Pascua (Chile)
Los misterios de la Isla de Pascua han sido estudiados, analizados y buscados por miles de años. Lo que no es un misterio es la majestuosidad de sus amaneceres. El sol ilumina los moais que vigilan el destino de la isla.
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Venecia (Italia)
Venecia, entre sus góndolas, canales y palacios, brinda la posibilidad de disfrutar el amanecer desde cualquier esquina. No obstante, el mejor punto para ver los primeros rayos del sol es desde los muelles de la Fondamenta delle Zattere. Un espectáculo lleno de romanticismo.
San Francisco (Estados Unidos)
Esta es otra de las ciudades en las que es muy difícil definir el mejor lugar para el espectáculo del día que comienza. Como en Venecia, las posibilidades son infinitas.
Huángshan (China)
En China existen cinco montañas sagradas dignas de ser admiradas. Pero, como bien dicen los sabios del lugar, si se disfruta del ascenso y del amanecer en el Huángshan -literalmente montaña amarilla-, no será necesario visitarlas, pues ella, sin ser sagrada, contiene la belleza de todas las admitidas en ese grupo juntos. Dos consejos: haz noche en ella para espiar al sol en su salida y desciende esta maravilla de piedra por las llamadas escaleras del oeste, algo más complicadas, pero con un paisaje simplemente inolvidable.
Mar Muerto (desde Jordania e Israel)
Desde cualquier punto del mar, los amaneceres y sus respectivos cambios de colores en el cielo, son el mejor spa desde ese mítico y maravilloso lugar.
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Templo de Hatshepsut, Lúxor (Egipto)
La gran reina de Egipto Hatshepsut mandó a construir un enorme templo en las cercanías de Tebas, la actual Lúxor. Una obra arquitectónica que desde las alturas es, sin duda, la mejor y más emocionante de las opciones para disfrutar el amanecer.
París (Francia)
Ver salir el sol es algo único y prioritario en una de las ciudades más romántica del planeta. Para enamorados y trasnochadores, la cita ideal comienza (o termina) con el sol sobre los tejados azules de esta encantadora ciudad.
