Alguna vez se definió a sí mismo como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde porque ha recorrido durante décadas dos carreras diferentes y ambas altamente exitosas. Carlos López Puccio es rosarino. Desde muy chico -seis o siete años- ama la música, según dice gracias a su hermano que escuchaba a Beethoven entre otros clásicos y compraba discos. A los diez años tocaba el violín y poco después integró el conjunto Pro Música de Rosario tocando la viola da gamba. Ya a los 17 decidió formalizar su vocación -”Siempre quise ser Von Karajan”- y se mudó a la ciudad de La Plata, ingresó en la universidad y se licenció en dirección orquestal.
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En 1969 fundó el grupo coral 9 de cámara que rápidamente ganó un enorme prestigio. Pero más o menos para la misma época fue convocado por el hoy legendario grupo Les Luthiers. Al principio era un empleado contratado que debía cumplir un horario y no tenía voz ni voto: solo debía cantar y tocar el violín. Pero dos años más tarde fue invitado a integrar el grupo en forma estable y en la primera grabación, Sonamos, pese a todo; participó como intérprete y director de orquesta. López Puccio toca todos los instrumentos, los formales y los informales, pero siempre actuó además como director.
Mientras tanto fundaba y dirigía, hasta el presente, el Estudio Coral de Buenos Aires, integrado por 30 cantantes profesionales de alta calidad. Sin ninguna clase de apoyo externo alcanzó lo que los críticos consideraron la más atrevida vanguardia del siglo XX, un superlativo nivel de excelencia que redefinió la práctica coral en el país por su calidad interpretativa y su repertorio. Hacia el año 2000 fue el director del Coro Polifónico Nacional de la Argentina, con un repertorio que incluía entre otras obras de Bach, Mozart y Verdi. También dirigió óperas, como Orfeo y Eurídice, de Gluck y La Traviata de Verdi. Fue muy ponderada la puesta que hizo de Armide, también de Gluck, en el teatro Colón, con régie del cineasta Carlos Sorín y coreografía de Oscar Aráiz.
Carlos López Puccio fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura y luego Ciudadano Ilustre por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Recibió el Premio a la Trayectoria del Fondo Nacional de las Artes. Fue nombrado comendador de número de la Orden de Isabel la Católica, concedido por el gobierno de España. Recientemente recibió el Premio Princesa de Asturias y fue nombrado Doctor honoris causa por la Universidad de Buenos Aires. Hoy es la figura decana del grupo Les Luthiers y una magnífica figura del universo musical argentino e internacional. Tiene 74 años.
