Desde el inicio de la temporada de verano, la principal preocupación de las autoridades se centró en el aumento de casos de COVID-19 producto de los encuentros masivos realizados de forma clandestina fundamentalmente en playas de la Costa Atlántica.
Las imágenes de jóvenes amontonados se repitieron prácticamente a diario y, con el objetivo de desalentar este tipo de reuniones, definieron prohibir el ingreso con conservadoras y parlantes a las playas.
Se prevé que el decreto municipal con los detalles de la medida se publique en las próximas horas. Regirá para Pinamar, Ostende, Valeria del Mar y Cariló. También se reglamentará la prohibición de consumo de bebidas alcohólicas en la espacios públicos, que surge de una ley nacional de 1997.
“El consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública y en el interior de los estadios u otros sitios, cuando se realicen en forma masiva actividades deportivas, educativas, culturales y/o artísticas, excepto en los lugares y horarios expresamente habilitados por la autoridad competente”, señala la norma 24.788 en su artículo cuarto.
El objetivo, entonces, es reglamentar esa ley para garantizar su cumplimiento. “Queremos ver si con esta medida podemos disuadir un poco mejor a los jóvenes que se juntan en la playa a tomar y bailar en grandes grupos”, aseguraron fuentes municipales a La Nación.
Estas medidas se sumarán a la restricción impuesta por el gobierno de la provincia de Buenos Aires, a la que el municipio de Pinamar se adhirió, que determina el cierre de bares y restaurantes entre la 1 y las 6 de la madrugada. El decreto saldría también horas previas a una nueva reunión que el gobernador Axel Kicillof mantendrá en Monte Hermoso con los intendentes de la Costa Atlántica para analizar los efectos de las medidas y la situación sanitaria actual.
De acuerdo con los datos oficiales difundidos el lunes, la localidad costera tiene 256 casos activos de COVID-19, mientras que 482 personas se encuentran aisladas por ser contactos estrechos de confirmados.
Las fiestas clandestinas, en el foco del Gobierno
Las fiestas clandestinas son la mayor preocupación del Gobierno que busca desactivarlas con las últimas restricciones impuestas en la mayoría de las localidades de alta concentración turística durante el verano. También con fuertes multas para intentar contener los contagios de coronavirus. sin embargo, solamente el sábado pasado se desarticularon en el país 25 reuniones ilegales, de las que participaban hasta 1000 personas.
Según se informó oficialmente, en Mar del Plata se detectaron 19; dos en Tucumán; dos en Santa Fe; una en Vicente López y una en La Plata. En el popular balneario de la Costa Atlántica se clausuró, además, un boliche.
“Esta madrugada desarticulamos 19 fiestas clandestinas y controlamos los lugares habilitados donde es importante que se cumplan los protocolos”, detalló en ese momento el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, a través de su cuenta de la red social Twitter.
El jefe comunal agregó que multaron a distintos comercios que no cumplían con los protocolos sanitarios vigentes y que se clausuró un balneario por no cumplir el distanciamiento social y permitir actividades de baile que no están permitidas en el marco de distanciamiento, social, preventivo y obligatorio. “Infraccionamos a diferentes espacios, y clausuramos también un balneario ubicado en el sur de nuestra ciudad por no respetar las medidas de distanciamiento social”, detalló.
Al respecto, Montenegro advirtió que en ese distrito son “exigentes con el control de los protocolos e inflexibles con la clandestinidad”. “Estamos convencidos de que este es el mejor camino para cuidar la salud, la seguridad y el trabajo de todos los marplatenses”, agregó.