Se produjo una increíble situación en un procedimiento en una fiesta swinger en Mar del Plata, ya que mientras se desarrollaba el operativo para desactivar la celebración clandestina los asistentes pensaron que eran strippers. El lugar donde se hizo el evento violó las medidas para prevenir contagios de coronavirus y no estaba autorizado para realizar este tipo de eventos.
A partir de una denuncia y del seguimiento del anuncio de la fiesta el viernes se presentaron en el lugar efectivos comunales del municipio de General Pueyrredón y de la Bonaerense. La celebración ilegal se hizo en un galpón en una finca en el kilómetro 21 de la ruta 226, que estaba decorado y en el que había música.
// Organizaron una fiesta clandestina en un yate y casi se hunde por la cantidad de jóvenes a bordo
El subsecretario de Seguridad de General Pueyrredón Gustavo Jara señaló que en la fiesta había “toda gente grande de Buenos Aires, parejas de entre 40 y 60 años, que estaban cenando en una mesa larga”. Fuentes del operativo afirmaron que cuando vieron a los policías pensaron que eran “parte del show”.
Agentes municipales detectaron que no cumplieron con las restricciones para prevenir casos de COVID-19 y que el establecimiento no contaba con habilitación para hacer este tipo de eventos. Entre otras cuestiones carecía de las medidas de seguridad requeridas.
El funcionario comunal sostuvo que por el aviso de la celebración clandestina se dieron cuenta cuál “era la temática de la fiesta” y planteó que “teniendo en cuenta la cantidad de personas, estaban violando” las medidas para combatir la transmisión de coronavirus. Unas 40 personas, todas parejas swinger, habían contratado el servicio para pasar el fin de semana en Mar del Plata.
Jara manifestó en diálogo con La Capital que clausuraron el establecimiento y que harán supervisiones en el lugar para que no haya una “reincidencia”. Explicó que por orden de la fiscalía federal se los notificó a los organizadores y participantes de la celebración clandestina por violar el artículo 205 del Código Penal de la Nación y que se les abrirá una causa penal. La ley reprime con penas de seis meses a dos años de prisión al que “violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
Organizaron una fiesta clandestina en un yate y casi se hunde
La semana pasada unos 25 jóvenes organizaron una fiesta clandestina a bordo de un yate que estuvo a punto de hundirse por el peso de los ocupantes, ya que la capacidad de la nave era de hasta diez personas. Fue en el Club Náutico de Paraná, desde donde partió la embarcación hacia a la llamada “Isla Bonita”.
Por el exceso de pasajeros la nave no llegó muy lejos, ya que a poco de partir empezó a sumergirse cuando todavía estaba cerca de la costa. Las fotos del barco se viralizaron en Twitter y evidenciaron que a bordo del yate no se cumplieron con los cuidados por la pandemia, como el uso de tapabocas o el mantenimiento de la distancia social.
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El presidente del Club Náutico de Paraná Leonardo Díaz manifestó en TN que el yate “salió sin los requisitos” correspondientes. Reconoció que algunos de los ocupantes eran socios de la institución y consideró que se manejaron “de manera irresponsable, llevando demasiada carga a bordo”.
Explicó que el hundimiento de la embarcación se produjo porque “el exceso de carga hizo entrar agua por las ventilaciones del motor”. Aclaró que el sumergimiento se produjo cuando el yate estaba “tocando el borde de una isla” y que “se hundió la parte de motor y máquinas, quedando el resto en la arena”.