El verano ofrece muchos beneficios para la salud: mejor bienestar mental, la oportunidad de ser más activo físicamente y dormir mejor.
Pero algunos hombres enumeran otra ventaja que puede traer el clima más cálido y es un fenómeno conocido como “pene de verano“. Los adeptos a esta hipótesis creen que a medida que aumenta el calor, hay un efecto favorecedor en la longitud y la circunferencia de su miembro.
Pero, ¿sucede realmente?
El Dr. Chun Tang, médico de cabecera de la clínica privada de atención Pall Mall Medical, opinó al respecto: “‘Pene de verano’ es un término que la gente usa para describir cuando el pene de un hombre parece un poco más grande durante el clima cálido. No es una cuestión médica oficial, solo algo que la gente ha notado y de lo que ha hablado”.
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Sin embargo, Brian Ayers, experto en relaciones íntimas y autor de “Cómo ser un mejor amante en tres días o menos”, ha señalado que él mismo ha notado estos cambios. Ayers atribuye este fenómeno a un aumento en la actividad física y el estilo de vida más activo durante los meses cálidos.
“Pasar más tiempo al aire libre, caminar, nadar o correr en verano contribuye a mejorar la circulación sanguínea. En contraste, durante el invierno, largas horas frente al ordenador, la falta de luz solar y una dieta menos rica en frutas y verduras pueden generar una percepción de menor tamaño genital”, explicó Ayers.
Dudley Danoff, autor de The Ultimate Guide to Male Sexual Health, coincide en que todo tiene que ver con el ensanchamiento de los vasos sanguíneos, lo que ayuda a que el pene erecto parezca más grande.
El pene de verano, ¿es un mito o hay evidencia científica?
El urólogo Aaron Spitz, autor de The Penis Book: A Doctor’s Complete Guide to the Penis, inicialmente mostró escepticismo ante la idea. “Mi primera reacción fue: ‘Estamos demasiado obsesionados con el tamaño’”, comentó. Sin embargo, después reconoció que podría haber una base fisiológica detrás del fenómeno.
Spitz explicó que el pene tiene la capacidad de expandirse o contraerse debido a la relajación o contracción de los vasos sanguíneos que lo componen. “El calor favorece la relajación de estos vasos, lo que aumenta el flujo sanguíneo y puede dar la impresión de mayor volumen. Es una respuesta natural del cuerpo”, afirmó Spitz.
Por su parte, Paul Turek, urólogo de renombre, advierte que aunque la teoría tiene sentido desde el punto de vista fisiológico, no existe evidencia científica concluyente que respalde el concepto de forma definitiva. Turek añade que, si bien el calor puede mejorar el flujo sanguíneo, las temperaturas más bajas tienden a provocar contracción de la piel y del escroto, lo que puede generar una apariencia más reducida.
En conclusión, aunque la idea del “pene de verano” podría tener cierto sustento fisiológico, los expertos coinciden en que se necesita más investigación para validar el fenómeno. Lo que sí es claro es que las fluctuaciones en el tamaño del pene son normales y dependen de factores como temperatura, flujo sanguíneo y niveles de actividad física.
Por ahora, el “pene de verano” sigue siendo una curiosidad estacional que, si bien genera interés y debate, aún no cuenta con respaldo científico sólido.
