El “peegasm” es una tendencia sexual practicada usualmente por mujeres que consiste en aguantar las ganas de orinar para que cuando finalmente se elimine esa tensión, se sienta un alivio y placer tan intenso, que algunas personas lo describen como similar al de un orgasmo.
La palabra “peegasm” viene de dos palabras del inglés, pee que significa orinar y orgasm que, claramente, se trata de orgasmo. Pero, aunque pueda parecer una práctica solo de chicas, parece ser que algunos hombres también han declarado sentir ese cosquilleo al reprimir las ganas de ir al baño.
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Sin embargo, los médicos advierten sobre el daño “irreparable” que puede causar esta práctica. La doctora Charlotte Elder, ginecóloga y portavoz del Colegio de Obstetricia y Ginecología de Australia y Nueva Zelanda, asegura que esta práctica podría dañar a la vejiga.
Cómo se produce un “peegasmo”
La doctora reconoce que puede haber una relación entre la vejiga llena y el placer sexual: “Una vejiga llena mientras estás dormida estimulará un poco los nervios de tu suelo pélvico, lo que te hace más propensa a tener un sueño erótico que puede desencadenar un orgasmo mientras duermes”.
Lo cierto es que los científicos no saben exactamente por qué sucede esto, principalmente porque no se ha realizado ninguna investigación dedicada a esta sensación específica. Sin embargo, hay algunas explicaciones de por qué puede suceder. Tanto la vejiga como la uretra se encuentran cerca de varias zonas erógenas, incluidas partes del clítoris interno. En consecuencia, cuando la vejiga está llena debido a la retención de orina, puede ejercer presión sobre estos órganos sexuales, lo que puede provocar sentimientos placenteros para algunas personas. La sensación de necesidad de orinar o retener la orina también crea una tensión sustancial dentro del cuerpo, y la liberación de la tensión, combinada con el alivio de la presión de la vejiga sobre los órganos sexuales, puede dar lugar a sensaciones placenteras o incluso orgasmos para algunas personas.
“Las vejigas deben tratarse con respeto. Es importante ir cuando tienes que ir, no cuando estés a punto de reventar”, advierte Elder. Además, ese daño podría tardar años en repararse o no llegar a hacerlo nunca.
Consecuencias del “peegasmo”
Una consecuencia del peegasm puede ser una infección del tracto urinario, ya que aguantar demasiado las ganas de orinar favorece a que las bacterias se multipliquen.
Esta práctica para buscar placer genera a largo y mediano plazo que la vejiga se ensanche y así deje de funcionar como debería hacerlo y, en este sentido, no tener la capacidad de controlar este órgano como antes.
Esta tendencia también puede generar cálculos renales y con esto, un gran dolor al momento de intentar expulsar estas “piedritas” por el conducto urinario.
En consecuencia, lo más recomendable es encontrar el orgasmo de otras maneras que no pongan en riesgo la salud. Si bien esta tendencia del peegasm, se explica por una reacción completamente normal del cuerpo, no es la forma más segura de experimentar placer.
