Un cambio sencillo en la dieta diaria podría ofrecer una solución accesible y natural para la presión arterial alta, según la conclusión de una nueva revisión liderada por científicos de la Universidad de Surrey de Reino Unido que evaluaron 145 ensayos clínicos aleatorizados sobre el consumo de flavanoles (o flavan-3-oles), compuestos naturales presentes en alimentos como el té, el cacao, las uvas y las manzanas.
El estudio encontró que estos compuestos ayudan a reducir la presión arterial y mejoran la función del endotelio, la capa interna de los vasos sanguíneos. El análisis integró datos de más de 5.200 participantes y mostró que los efectos beneficiosos fueron especialmente notables en personas con hipertensión.

En algunos casos, la reducción de la presión fue similar a la lograda con ciertos medicamentos antihipertensivos, un hallazgo que podría tener implicaciones importantes para la prevención de enfermedades cardiovasculares mediante intervenciones nutricionales simples y sostenibles.
Más allá de los valores de la presión arterial, los flavanoles también mejoraron la función vascular. Esta mejora, independiente de los cambios en la presión arterial, sugiere que los beneficios de los flavanoles se extienden a la salud general del sistema circulatorio. Con efectos adversos mínimos y una base alimentaria ampliamente disponible, esta investigación refuerza el potencial de la dieta como herramienta clave en la prevención cardiovascular.
Una revisión con profundidad clínica
Los investigadores revisaron ensayos publicados entre 1946 y 2024 que involucraban el consumo de alimentos, bebidas o suplementos ricos en flavanoles. Esto incluye fuentes naturales como el cacao, el té, las uvas, las manzanas y extractos específicos como epicatequina o epigalocatequina galato.
Los participantes recibieron un promedio de 586 miligramos diarios de flavanoles, con un intervalo de confianza entre 510 y 662 mg. Esta cantidad se alcanzaba mediante el consumo repetido y crónico de estos compuestos, en formatos como bebidas, extractos o alimentos funcionales. La presión arterial se midió tanto en consultorios médicos como a través de monitores ambulatorios de 24 horas, lo que permitió una evaluación precisa y continua de los efectos.

El resultado fue claro: la presión sistólica bajó en promedio 2,8 mmHg y la diastólica en 2,0 mmHg, en condiciones de consumo sostenido. Cuando se analizaron los datos de pacientes con hipertensión, los efectos fueron aún mayores, con descensos de hasta 5,9 mmHg. Estas reducciones son relevantes desde el punto de vista clínico, ya que disminuyen significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares.
Flavanoles y función endotelial: beneficios más allá de la presión arterial
Los descubrimientos son alentadores para aquellos que buscan formas accesibles de controlar su presión arterial y apoyar la salud de su corazón a través de agradables cambios dietéticos, dijo el profesor de la Universidad de Surrey, Christian Heiss, autor del estudio.
Uno de los hallazgos más importantes del estudio fue el efecto positivo sobre la función endotelial. La dilatación mediada por flujo (FMD, por sus siglas en inglés) mejoró tras la ingesta aguda (+2,0%) y repetida (+1,7%) de flavanoles, independientemente de si la presión arterial bajó o no. Esto sugiere que los beneficios vasculares de estos compuestos van más allá de la presión sanguínea.
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La función endotelial es clave en la regulación del tono vascular y la prevención de procesos inflamatorios y ateroscleróticos. Su deterioro está asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, por lo que mejorarla tiene implicaciones amplias para la salud del sistema circulatorio. Esta es una de las primeras veces que se documenta este beneficio en una revisión a gran escala.
Además, los beneficios observados fueron consistentes en diferentes subgrupos: personas con factores de riesgo cardiovascular, adultos mayores, y pacientes con presión elevada. Esto refuerza la aplicabilidad general del hallazgo, aunque el estudio también indica que los efectos más potentes se observaron en personas con presión arterial elevada al inicio.
Comparables a medicamentos, pero sin efectos secundarios importantes
Un hallazgo destacado fue que los efectos de los flavanoles sobre la presión arterial fueron similares a los observados con algunos medicamentos antihipertensivos leves. Esta observación es particularmente relevante en el contexto de prevención cardiovascular y salud pública. El uso de alimentos funcionales podría complementar o incluso reducir la necesidad de fármacos en ciertos pacientes.
Además, los eventos adversos reportados fueron mínimos: solo el 0,4% de los participantes informó algunos efectos no deseados, y en general leves. Esto convierte a los flavanoles en una intervención segura para la mayoría de las personas, incluso a largo plazo. La seguridad de este tipo de intervenciones es clave para su incorporación en recomendaciones clínicas.
Aunque el efecto fue más fuerte con compuestos como la epicatequina (presente en el cacao), también se observaron beneficios con el té verde y negro, extractos de uva y manzanas. Esto sugiere que una dieta diversa rica en estos alimentos puede lograr beneficios acumulativos y sostenidos sobre la salud vascular.