Algunos niños pueden tener ciertos inconvenientes durante el proceso escolar y a uno de ellos se lo conoce como discalculia, un trastorno del aprendizaje relacionado con la adquisición de los conceptos, competencias y habilidades matemáticas que se manifiesta como una dificultad específica y persistente que impide la comprensión de conceptos numéricos, principios de conteo y rendimiento aritmético.
Los niños con discalculia tienen un cociente intelectual normal, pero, si no se realiza una intervención adecuada, este trastorno puede ocasionar importantes repercusiones en el rendimiento de su educación y en el funcionamiento diario con consecuencias en el bienestar actual y futuro, según indicó Celia Rodríguez Ruiz, psicóloga clínica española, especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil.

La especialista dijo que discalculia es un trastorno poco conocido que, en muchas ocasiones no suele diagnosticarse y, por lo tanto, no se trata de manera adecuada. Con una intervención basada en la estimulación que dé respuesta a las necesidades de los afectados y les permita el desarrollo de estrategias para la comprensión de los conceptos y la creación de aprendizajes matemáticos, pueden solventarse las dificultades.
La discalculia y las matemáticas
Las matemáticas implican un tipo de pensamiento y de lenguaje especial. El ser humano emplea representaciones numéricas y conceptos matemáticos en su interpretación y percepción de la realidad, mientras que el pensamiento matemático se constituye como una pieza clave en la interacción que las personas hacen con el medio que las rodea.

La discalculia puede tener importantes repercusiones en la manera de procesar y entender el mundo ya que interpretar la realidad sin nociones de cantidad, de tiempo o espacio, puede ser todo un desafío. Por esa razón, el trabajo de docentes, instituciones y familias, debe tener como prioridad la concientización de este trastorno y otras dificultades de aprendizaje para procurar un diagnóstico precoz y una intervención temprana que hagan posible corregir las dificultades asociadas.
Causas de la discalculia
La discalculia puede englobarse en el marco de los trastornos del neurodesarrollo. En el caso de la discalculia, los expertos lo explican basándose en recientes investigaciones que demostraron la existencia de un sustrato neural de las capacidades numéricas. Si este sustrato neural responsable de las capacidades matemáticas no tiene un desarrollo normal, puede dar lugar a una dificultad específica para las matemáticas conocida como discalculia.
En cuanto a sus causas, actualmente se cree que la discalculia es un trastorno congénito con un importante componente genético, pero se puede explicar su ocurrencia por una conjunción de factores:
- Biológicos: determinados por la herencia de cada persona.
- Ambientales: determinados por circunstancias del medio. Por un lado, posibles alteraciones físicas o traumatismos que provocan un funcionamiento diferente y, por otro lado, la estimulación recibida que potencie o limite el desarrollo.
Síntomas de alerta
Las dificultades para la comprensión de las matemáticas no tienen por qué implicar necesariamente la existencia de discalculia. Es habitual que muchos niños tengan en algún momento dificultades con los conceptos numéricos y aritméticos, pero existen diferentes síntomas que pueden alertarnos de la posibilidad de que el pequeño presente este trastorno del aprendizaje
Si existen importantes dificultades para comprender, ya no las matemáticas, sino el sentido numérico, el concepto de cantidad y las nociones aritméticas, todo esto se manifiesta en problemas como:
- dificultades para leer y escribir números
- contar (suelen emplear los dedos)
- contar hacia atrás
- hacer cálculos aproximados
- manipulación de cifras grandes
- reconocer la operación necesaria para resolver problemas
- dificultades para automatizar las tablas de multiplicar.
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Otra de las alertas puede ser que el niño dedica mucho tiempo y esfuerzo a los deberes de matemáticas sin obtener los resultados esperados, mientras que es frecuente mostrar ansiedad o bloqueo hacia los números. Estos síntomas se observan desde edades tempranas aunque la discalculia no es una enfermedad que aparezca en una edad determinada.