Los adultos mayores sufren de diferentes problemas producto de la edad. Uno de ellos se destaca porque tiene como características pérdida de funciones y discapacidad o dependencia, generando mayor vulnerabilidad. Se trata del síndrome de la fragilidad y para prevenirlo se debe prestar atención a la nutrición, las actividades y los factores socioemocionales.
El síndrome de la fragilidad es una condición que pueden padecer todas las personas adultas y que se va instalando a lo largo de la vida, por lo cual desde la Federación Argentina de Cardiología (FAC) se hace énfasis en la calidad de vida y el ejercicio físico como primeras medidas de prevención.
“El síndrome está caracterizado por la debilidad muscular. La pérdida de peso, la falta de fuerza y la malnutrición son factores que condicionan que esa persona tenga una disminución de sus capacidades”, señala el Dr. Alejandro Amarilla (M.P. 2.682) médico cardiólogo integrante de la FAC.
Esta pérdida progresiva genera que el adulto mayor sea cada vez más dependiente de la ayuda de un tercero aumentando su vulnerabilidad y generando un entorno emocional adverso. Además, esta debilidad puede complicar cuadros como un infarto, una infección o una cirugía; dificultando su recuperación e impactando de forma negativa en su pronóstico.
La importancia del diagnóstico precoz
Por estos motivos, detectar este cuadro en el consultorio del médico es sumamente importante dado que se puede revertir y modificar la condición. “El entrenamiento físico que facilite la recuperación de esa masa muscular que está vulnerada, la nutrición adecuada, haciendo hincapié en el consumo de proteínas y de otro tipo de nutrientes, dado que el paciente puede tener otras deficiencias, son herramientas de los médicos para ayudar frente a esta situación”, dijo Amarilla.
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El especialista indicó, además que ”el aspecto emocional de la persona afecta muchísimo, sobre todo a aquellas que tienen aislamiento, que están solas y que de a poco van perdiendo su capacidad de moverse”.
Frente a alguno de estos síntomas, desde la FAC recomiendan la consulta a un médico quien, con simples y sencillos test en el propio consultorio puede determinar el estado de fragilidad de la persona y comenzar a trabajar en su recuperación. “El síndrome de fragilidad es cada vez más frecuente en la población y se puede revertir y así mejorar la calidad de vida”, aseveró el médico.
Cómo detectar el síndrome de fragilidad a tiempo
Para detectarlo, se pueden tener en cuenta los siguientes síntomas:
- Pérdida de peso sin ninguna intención.
- Fatiga o bajo nivel de energía.
- Falta de capacidad para hacer actividades físicas.
- Debilidad muscular como la falta de firmeza en la mano al agarrar algo.
- Marcha lenta al caminar.