La fibromialgia es una enfermedad reumática de causa desconocida y difícil de diagnosticar que sufren millones de personas en el mundo; la mayoría de ellas, mujeres. El trastorno provoca grandes dolores, con la consecuente sensación de ansiedad.
Estos dolores, según un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Anestesiólogos, podrían reducirse gracias a lentes especiales que tienen cristales verdes.
Llevar este tipo de anteojos durante varias horas cada día demostró ser eficaz a la hora de reducir la ansiedad vinculada al dolor, lo que podría ayudar a controlar su intensidad y cronicidad que se da en la fibromialgia, sin necesidad de utilizar opioides, fármacos que pueden crear dependencia.
“Nuestra investigación encontró que ciertas longitudes de onda de luz verde estimulan las vías en el cerebro que ayudan a controlar el dolor”, explicó Padma Gulur, autora principal del estudio y vicepresidenta ejecutiva de Duke Anesthesiology y Duke Health, de la Universidad de Duke, en Estados Unidos.
Además Gulur, indicó: “Existe una necesidad urgente de tratamientos adicionales para reducir el uso de opioides entre los pacientes con fibromialgia y otros tipos de dolor crónico, y los anteojos verdes podrían proporcionar una opción fácil de usar y sin medicamentos”.
El espectro de luz verde activa la zona del cerebro vinculada al dolor
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron a 34 pacientes con fibromialgia, 10 de ellos llevaron gafas con cristales azules, 12 transparentes y 12 verdes, durante cuatro horas al día durante dos semanas, después se los entrevistó para conocer su grado de dolor y ver si los anteojos habían provocado cambios.
Los resultados mostraron que aquellos que utilizaron los lentes verdes tenían hasta cuatro veces más probabilidades de presentar una reducción en la ansiedad que quienes integraban los otros grupos, que no mostraron cambios. Después de la experiencia, fue tan notoria la diferencia que los participantes pidieron seguir usando los anteojos verdes en su día a día.
“Descubrimos que, aunque sus puntajes de dolor permanecieron iguales, aquellos que usaban anteojos verdes usaban menos opioides, lo que demuestra que su dolor estaba controlado adecuadamente. Recomendaríamos el tratamiento de lentes verdes para las personas con fibromialgia y estamos estudiando pacientes con otras afecciones de dolor crónico para determinar si sería beneficioso”, dijo Gulur.
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Según explicaron los autores del estudio, el dolor y la ansiedad tienen mecanismos biológicos compartidos y similares, además, las personas que tienen miedo al dolor pueden presentar niveles más altos de ansiedad, lo que suele derivar en una mayor necesidad de consumir opioides.
Los lentes con las que se hicieron las pruebas del estudio no son simplemente anteojos con cristales verdes, sino que están especialmente creados para filtrar una longitud de onda específica en el espectro de luz verde que puede activar la parte del cerebro que controla el dolor.
Qué es la fibromialgia y cuáles son sus síntomas
La fibromialgia se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y una sensación dolorosa a la presión en puntos específicos. Este dolor se parece al originado en las articulaciones, pero no es una enfermedad articular. La palabra fibromialgia significa dolor en los músculos y en el tejido fibroso (ligamentos y tendones).
Es una enfermedad frecuente que la padece entre el 2% y el 6% de la población, sobre todo mujeres. Puede presentarse como única alteración (fibromialgia primaria) o asociada a otras enfermedades (fibromialgia concomitante).
En términos generales, además de dolor, la fibromialgia puede ocasionar rigidez generalizada, sobre todo al levantarse por las mañanas, y sensación de inflamación mal delimitada en manos y pies, mientras que también pueden notarse hormigueos poco definidos que afectan de forma difusa sobre todo a las manos.
Además del dolor, la fibromialgia produce otros síntomas: el 90% de los pacientes tienen cansancio, el 70-80% trastornos en el sueño y hasta un 25% ansiedad o depresión. También son muy frecuentes síntomas como mala tolerancia al esfuerzo, sensación de rigidez generalizada (sobre todo al levantarse por las mañanas), sensación de inflamación mal delimitada en manos y pies, hormigueos que afectan de forma difusa sobre a las manos, jaquecas, dolores en la menstruación, colon irritable, sequedad en la boca y los ojos.