Neve McRavey, de 22 años, había estado de fiesta con sus amigos a principios de este mes para celebrar la finalización de su carrera en la Universidad de Strathclyde en Glasgow, Escocia.
Después de conocer a un chico de forma ocasional, se dio un beso en la pista de baile y no le dio importancia.
Solo cuando se despertó a la mañana siguiente con dolor de garganta se dio cuenta de que algo andaba mal, pero lo atribuyó a una amigdalitis. Neve dijo que sus síntomas empeoraron durante las siguientes 24 horas y cuando comenzó a tener arcadas con su propia saliva, optó por visitar a su médico de cabecera, quien le recetó antibióticos.
Pero cuando la medicación no funcionó, la graduada fue al hospital, donde le diagnosticaron mononucleosis infecciosa y le colocaron una vía intravenosa para rehidratarla. Desde el beso, Neve dice que estuvo casi postrada en cama y le costó salir de casa.
Incluso admitió que contraer mononucleosis “arruinó” su graduación el miércoles 26 de junio, ya que sus síntomas le impidieron celebrar con amigos y familiares. Neve ahora está advirtiendo a otros solteros que tengan cuidado con las personas a las que besan en sus salidas nocturnas para asegurarse de no enfrentar el mismo destino que ella.
Los síntomas incluyen dolor de garganta y cansancio extremo, aunque la infección puede mejorar sin tratamiento.
Debido a su sistema inmunológico “débil”, el cuerpo de Neve está luchando para combatir la enfermedad y podría llevar semanas hasta que se recupere por completo.
Así es la “enfermedad del beso”
La mononucleosis infecciosa es una infección causada, por lo general, por el virus de Epstein-Barr, que se disemina principalmente a través de la saliva y es por ello que a veces se llama “enfermedad del beso”. Ocurre con mayor frecuencia en adolescentes y adultos jóvenes. Sin embargo, se puede tener a cualquier edad.
“Cada vez que das un beso en la boca o tomas de un vaso que no es tuyo, se transmiten cientos de bacterias y, alguno de esos microorganismos, puede llegar a enfermarte”, afirna el doctor Andrés Lanas, otorrinolaringólogo de Clínica Las Condes de Chile.
La saliva está formada en un 99% de agua, y la parte restante la integran hasta tres mil componentes sólidos como bicarbonato, fosfato, amilasa, lipasa e histatina; pero, además, entre los componentes sólidos se encuentran anticuerpos como la inmunoglobulina que elimina posibles bacterias que ingresen al organismo. Aun así, son varias las enfermedades que podemos contraer con un simple beso. En concreto: el herpes labial, la mononucleosis infecciosa y el sarampión.