El “orgasmo seco” tiene lugar cuando el hombre tiene todas las sensaciones físicas del placer que genera la eyaculación, pero no se libera semen. En la mayoría de los casos, lo que sucede es que el semen, en vez de ser expulsado por el pene, se queda dentro de la vejiga. La causa es un mal funcionamiento muscular y es una condición mucho más frecuente de lo que se piensa.
Esta afección puede ocasionar problemas en la autoestima del hombre y en las relaciones sexuales de cara a la fertilidad.
“El 10 por ciento de las consultas que recibo es por esta causa”, admite el urólogo Martin Lerner (MN 99513). “Aunque parezca imposible, un hombre sí puede tener un orgasmo sin llegar a la eyaculación”, afirma.
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Lo que normalmente sucede durante el orgasmo es que los músculos de la vejiga se cierran para que salga solamente lo que está dentro del pene. De esta forma, cuando algo interfiere con la habilidad de los músculos, se tiene un orgasmo seco.
“Puede deberse a una variedad de razones, como problemas posteriores a la cirugía o contraindicaciones, como presión arterial alta, estrés, un conducto de esperma bloqueado o incluso trastornos genéticos reproductivos”, enumera el doctor Lerner, especialista en disfunción sexual. Otro factor es el agotamiento del semen. Sucede por lo general en hombres jóvenes por tener orgasmos cortos y muy seguidos, lo que ocasiona que simplemente se agote, pero gradualmente se vuelve a producir el líquido.
En conclusión, en estos casos el semen no se expulsa hacia el exterior en el orgasmo seco porque no hay semen, y en el caso de la eyaculación retrógrada porque el semen se fue para otro lado.
Placer sin eyaculación
La doctora Natalia Pérez Romero, uróloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, recuerda que el líquido que eyacula un hombre tras el orgasmo procede de varias glándulas: “Hay una cantidad mínima que viene de los testículos y que contiene los espermatozoides, pero el volumen mayor procede de las glándulas de la vía seminal, que son, sobre todo, las vesículas seminales y la próstata, las glándulas que fabrican el líquido que acompaña a los espermatozoides”.
Con pocos espermatozoides, pero funcionales, puede haber fecundación, porque están “más entrenados” para embarazar. Esos espermatozoides van en el líquido preeyaculatorio. “No salen tan rápido de la próstata; salen de las glándulas seminales”, aclaró.
A su vez, si la situación persiste hay quienes se ven tan afectados que los lleva a la depresión e incluso la sola idea de tener sexo con la pareja, los atormenta. “Acá en Occidente el orgasmo y la eyaculación están absolutamente unidos. En Oriente, en cambio, hay personas que sienten orgasmos sin eyacular”, explica la sexóloga y psicóloga del Hospital de Clínicas, Viviana Wapñarsky (MN: 24433). “Cuando la mujer no percibe el semen, suele creer que no hubo placer, por lo que desde la sexología trabajamos en el ‘poder sentir el disfrute’ más allá de si hay o no hay semen, de manera que no se pierda calidad sexual”, explica la especialista.