La meningitis es la inflamación de las meninges, que son las membranas que recubren el cerebro, el cerebelo y la médula espinal y desempeñan un papel importante en la protección y el funcionamiento adecuado del sistema nervioso central. Esta enfermedad tiene causas diversas, los casos más graves son los que se dan por infección bacteriana que, a su vez, son los que podemos prevenir con vacunas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene como objetivo eliminar la meningitis para 2030 y esto implica enfocarse en tres áreas clave: vacunación para prevenir, diagnóstico temprano y un tratamiento efectivo. Este jueves se conmemora el Día Mundial contra la Meningitis con el objetivo de concientizar a la población sobre la importancia de esta enfermedad y su prevención.
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Una de las principales bacterias que producen la meningitis bacteriana es el meningococo (Neisseria meningitidis), que también puede ocasionar otro cuadro grave que se conoce como Enfermedad Meningocócica Invasiva (EMI), que se caracteriza por la invasión del meningococo en el torrente sanguíneo.
El meningococo puede propagarse de una persona a otra a través de la saliva o las secreciones respiratorias, especialmente en situaciones donde hay un contacto cercano, como compartir utensilios, estornudar o besarse. Es por esto y por su sistema inmune inmaduro, que los lactantes menores de 1 año y niños menores de 5 años conforman el principal grupo de riesgo de contraer la enfermedad.
El meningococo y los serogrupos
El Dr. Eduardo López, médico especialista en infectología pediátrica y profesor de Pediatría y Vacunología de la Facultad de Medicina de USAL, destacó que “la meningitis es una infección grave que evoluciona muy rápidamente. Incluso con un tratamiento adecuado, uno de cada cinco pacientes puede fallecer entre las primeras 24 a 48 horas de la aparición de los síntomas. Por eso, la vacunación temprana es fundamental para prevenir la enfermedad”.
“Las meningitis en Argentina afectan a chicos menores de 4 años y la meningitis por meningococo afecta a chicos menores de un año, por eso es tan necesaria la vacunación a edades tempranas. Hay que recordar que la mortalidad de esta enfermedad es mayor en niños pequeños, entre el 10 y 15 por ciento de los casos, pero su mayor complicación son las secuelas que quedan en el 25 o 30 por ciento”, agregó.
Existen diferentes tipos de serogrupos de meningococo. Un estudio realizado en dos regiones de Italia entre 2014 y 2018 evaluó el impacto de iniciar los esquemas de vacunación contra el meningococo serogrupo B en distintos momentos, demostrando que un inicio temprano de los esquemas de vacunación genera un mayor impacto.
En la Argentina, entre los años 2019 y 2022, el 82 por ciento de los casos de meningococo en menores de 1 año fue causado por el serogrupo B. Según los datos del Instituto Malbrán, el 100 por cien de los casos en niños menores a un año en 2022 fueron causados por este mismo serogrupo.
Los principales síntomas de la meningitis
Una vez que las bacterias ingresan al cuerpo, pueden multiplicarse y propagarse rápidamente a través del torrente sanguíneo, lo que, en algunos casos, puede llevar a una inflamación grave de las meninges. Los principales síntomas son:
- Fiebre
- Irritabilidad
- Cuello rígido
- Diarrea
- Somnolencia
- Rechazo a la luz
- Dolor de cabeza
- Náuseas o vómitos
En tanto, de los pacientes que sobreviven a los cuadros graves de meningitis, dos de cada diez pueden tener secuelas permanentes como:
- Pérdida de la capacidad auditiva.
- Complicaciones en la piel, a nivel neurológico, psicosociales y psiquiátricas.
- Fallos renales que pueden requerir diálisis.
- Pérdida de una o más extremidades.
La importancia de la vacunación
“Los padres son el eslabón fundamental para que un niño esté bien vacunado. Por eso es necesario que tengan claro los beneficios y la seguridad de las vacunas que recibirán sus hijos”, indicó el Dr. Enrique Casanueva, Jefe Emérito y Consultor del Servicio de Infectologia Infantil, en el Hospital Universitario Austral.
Además, manifestó: “Los pediatras debemos escucharlos y luego informar de forma clara sobre las enfermedades que se previenen, su gravedad y sus consecuencias, así como las vacunas disponibles y el momento de aplicación”.
Tal como afirman los especialistas, el primer paso para derrotar la enfermedad es la vacunación y, en ese sentido, Casanueva destacó que, si bien la mayoría de las vacunas se aplican en los primeros años de vida, es importante conocer que a lo largo de la vida siguen siendo necesarias porque ayudan al sistema inmunitario a combatir las infecciones de manera más eficiente, provocando una respuesta inmunitaria a enfermedades específicas.