La compañía austriaca de alimentos Revo Foods creó el primer alimento impreso en 3D que llega a los estantes de los supermercados, como cualquier otro producto: es una alternativa vegana al filete de salmón, como su nombre lo deja muy claro. Se llama “El filete, inspirado en el salmón”. Entre las novedades de la tecnología se encuentra un proceso de extrusión que imita la textura en “escamas” del pescado, con las fibras características de su carne.
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“Con el hito de la impresión de alimentos en 3D a escala industrial, estamos entrando en una revolución creativa de la alimentación, una era en la que los alimentos se elaboran exactamente según las necesidades del cliente”, dijo el director ejecutivo de la empresa, Robin Simsa, al medio digital IFLScience.
Cómo es el salmón impreso apto para comer
La idea fue diseñar una micoproteína especialmente concebida para ser pasada por una impresora 3D. Los investigadores llevan varios años trabajando en productos alimentarios a partir de esta tecnología, con creaciones que van desde las tartas de queso cocinadas con láser hasta las carnes cultivadas en laboratorio en capas. Además, el alimento es rico en proteínas, con 9,5 g por cada 100 g, aunque contiene menos que el salmón “original”. El filete tampoco contiene azúcar, gluten ni colesterol y aporta vitaminas A, B2, B3, B6, B12 y D2 y nueve aminoácidos.
Entre las razones que llevaron a la empresa a buscar la alternativa alimentaria están los movimientos que apuntan a la impresión de los alimentos como una opción más sostenible para la nutrición mundial, especialmente en lo que respecta a la industria pesquera.
Según la compañía, el filete de salmón vegano produce entre un 77% y un 86% menos de dióxido de carbono en su producción, así como un 95% menos de agua potable que la pesca y el procesamiento de salmón orgánico. En su sitio web, 130g del producto sale por € 6,99, alrededor de $2600 al precio actual.
Según un comunicado de prensa enviado por Revo Foods, hasta el 60% de las poblaciones pesqueras mundiales son el resultado de la sobrepesca, es decir, cuando los animales marinos se capturan más rápido de lo que pueden reproducirse, causando una peligrosa disminución de la población para el ecosistema.
La compañía también comenta sobre la preocupación por las emisiones de carbono en la producción de alimentos, cuya industria sería responsable de más de una cuarta parte de todas las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta. Hasta el 31 por ciento provendría de granjas ganaderas y pesqueras, más otro 18 por ciento de la cadena de suministro, como el procesamiento de alimentos y el transporte.