Todos podemos sufrir diferentes tipos de fobias, algunas más comunes como el miedo al encierro o a algún tipo de insecto y otras que no sabemos que padecemos. Una de esas es la filemafobia, que es el miedo a los besos, a besar o a ser besados, pero no se trata solo de besos apasionados, los cuales implican un alto nivel de intimidad, para el que quizá muchos no están preparados: también puede ser un simple beso en la mejilla, a modo de saludo o cuando conocemos a alguien.
Como toda fobia específica, la filemafobia es un trastorno de ansiedad que implica un miedo irracional, desproporcionado y persistente, provocado por un objeto o situación, en este caso, los besos. A pesar de que el temor es reconocido por la persona como irracional, eso escapa del control de su voluntad, según explicó el psicólogo español Sergio de Dios González.
Síntomas de la filemafobia
La filemafobia presenta la misma sintomatología que otras fobias específicas, lo único que la diferencia de las demás es el estímulo que la provoca: los besos. En este sentido, el síntoma más característico de las fobias es la experimentación de elevados montos de ansiedad ante la exposición del elemento temido. Esta ansiedad puede manifestarse por medio de un ataque de pánico o una sensación más generalizada de ansiedad. Además, mientras más cerca se encuentre la persona del estímulo temido, peor es la sensación. Entre las manifestaciones ansiosas más características de la filemafobia se encuentran las siguientes:
- Síntomas físicos: taquicardia, sudoración, temblores, dificultad para respirar, aturdimiento, mareos, opresión en el pecho, náuseas, aumento de la tensión muscular y cefaleas.
- Síntomas psicológicos: pensamientos intrusivos donde la persona considera que los besos son peligrosos. Por ejemplo, que estos pueden trasmitir enfermedades.
- Manifestaciones conductuales: evasión de la situación por el estímulo temido.
Causas de la filemafobia
Existen diversas teorías psicológicas que explican el origen de las fobias específicas. Hoy en día, pueden existir muchos factores que las desaten:
- Condicionamiento. Las teorías cognitivas conductuales explican el origen de las fobias mediante el condicionamiento clásico, en el cual un estímulo previamente neutral (como es el beso) puede asociarse con estímulos aversivos, hasta el punto de acabar temiéndoles por completo. Según esta perspectiva, el miedo se mantiene debido a la conducta de evitación.
- Creencias y estilos educativos. También se postuló que las creencias religiosas o culturales juegan un papel importante en el desarrollo de la filemafobia. Así, los estilos educativos y las experiencias tempranas podrían ser factores determinantes en el desarrollo de este tipo de temores.
- Traumas. La vivencia de algún trauma relacionado con la sexualidad (como sufrir una agresión sexual) podría ser otro factor que explique el origen de la filemafobia. En este sentido, se presume que la causa de esta alteración psicológica es multifactorial, es decir, contiene aspectos educativos, aprendizajes, creencias, experiencias tempranas y rasgos de la personalidad. Las experiencias traumáticas relacionadas con la sexualidad o una relación de pareja pueden originar la fobia a los besos.
Tratamiento de la filemafobia
Afortunadamente, las fobias se pueden superar y el tratamiento más efectivo es la terapia psicológica. Ahora bien, la terapia que resultó ser más eficaz para el vencimiento de las fobias es la cognitivo conductual, que aborda los pensamientos distorsionados que atemorizan al paciente y las conductas desadaptativas, ofreciéndole las herramientas necesarias para responder a cada crisis de la mejor manera posible.
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Por su parte, la terapia cognitiva, basada en el mindfulness, también demostró ser efectiva en el tratamiento de los trastornos de ansiedad. En casos severos, se recomienda la administración de fármacos ansiolíticos para aliviar la sintomatología, pero estos siempre deben combinarse con la psicoterapia y deben ser administrados por un especialista.
Fobias relacionadas
Casi todos los pacientes que sufren un trastorno de ansiedad suelen tener más de una fobia específica. En este caso, la filemafobia suele asociarse con las siguientes:
- Misofobia. Se trata de un miedo irracional y excesivo a contaminarse con gérmenes. Lleva a la persona a creer que, al ser besado por otra, puede contagiarse con alguna enfermedad. En este caso, el individuo piensa que en la saliva puede haber gérmenes o bacterias dañinas para su organismo.
- Halitofobia. Consiste en un miedo excesivo al mal aliento, tanto en uno mismo como en otros individuos. Evidentemente, esto puede provocar una aversión a los besos.
- Hafefobia. Es el miedo irracional al tacto. Las personas que lo padecen pueden experimentar montos excesivos de ansiedad ante cualquier beso, incluso aquellos que tienen lugar en la mejilla.