Un grupo de investigadores australianos sugiere que conducir un vehículo con menos de cinco horas de sueño es tan arriesgado como manejar por encima del límite legal de alcohol, en estado de ebriedad, según se detalla en un estudio publicado por la revista Nature and Science of Sleep.
Los autores se percataron que los siniestros provocados por conductores alcoholizados en Australia disminuyeron en los últimos 20 años por diferentes motivos, como inversión en la educación pública, mayor autocontrol, presencia policial en las autopistas y campañas publicitarias.
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En la Argentina, el Senado de la Nación aprobó y convirtió en ley un proyecto venido en revisión desde la cámara de Diputados que modificó la ley de Tránsito y ordena la llamada “tolerancia cero” para el consumo de alcohol de los conductores de vehículos de motor de cualquier tamaño y peso.
¿Se puede reducir el número de accidentes por cansancio?
Un 20% de los accidentes automovilísticos registrados en el país oceánico fue atribuido a la fatiga o el cansancio. En ese contexto, los investigadores se plantearon la posibilidad de disminuir los accidentes y buscar una mejor seguridad vial.
Un buen descanso favorece al sistema nervioso (la memoria y el aprendizaje) y el sistema inmunitario (mayor resistencia ante enfermedades). Por supuesto, también contribuye a una mejor circulación de la sangre y a una mayor relajación del aparato locomotor (los músculos, las articulaciones y la columna vertebral liberan tensiones que han acumulado durante todo el día).
Además, el buen dormir disminuye el gasto energético y se transforma en energía para las funciones reparadoras del cuerpo humano (metabolismo) y ayuda al corazón (la frecuencia cardiaca baja y disminuyen las hormonas relacionadas con el estrés). Por supuesto, los ojos descansan y la piel elimina toxinas acumuladas durante todo el día. El conductor estará preparado para la toma de decisiones y más alerta ante posibles imprevistos.
Cuánto hay que dormir según la edad
- Adultos (26-64): lo ideal sería entre 7 y 9 horas. A pesar del ritmo de vida que impone la vida familiar y productiva, hay que procurar cumplirlo.
- Adultos mayores (de 65 años): lo saludable es entre 7 y 8. Menos sería exigirle demasiado al cuerpo.
Jo Whitmore, enfermera cardíaca principal de la Fundación Británica del Corazón, dijo: “Dormir lo suficiente permite que el cuerpo descanse. Hay una serie de otras formas en que la falta de sueño podría aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular, incluso al aumentar la inflamación y subir la presión arterial”.