El bruxismo es un trastorno que hace que las personas aprieten los dientes al dormir. Como consecuencia, las piezas dentales duelen, se aflojan y el hueso que las sostiene se destruye.
Este hábito involuntario afecta a grandes y chicos. Su presencia se debe a una combinación de factores físicos, psicológicos y genéticos. El estrés es una de las principales causas.
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Pablo Rodríguez (M.N. 20.007), decano de la Facultad de Odontología y especialista en Endodoncia y en Prótesis de la Universidad de Buenos Aires (UBA), explicó que el bruxismo es el apretamiento de los dientes producido por contracción de los músculos masticadores, a raíz de una descarga neurológica involuntaria.
“Las causas del bruxismo no están bien determinadas, aunque sí es cierto que el estrés y la ansiedad aumentan la descarga y potencian la fractura dentaria por apretamiento dentario. También la parafunción oclusal, es decir, una mala relación entre los maxilares por falta de dientes o por desalineación dentaria, favorece la aparición de bruxismo”, precisó.
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Respecto a los tratamientos, el especialista aclaró que lo primero que un odontólogo debe hacer es normalizar la parafunción, es decir, alinearla y agregar las piezas en caso de faltantes. “El segundo paso es realizarle al paciente una placa de descanso acrílica o de resina orgánica, que habitualmente se coloca en el maxilar superior y que protege el sistema dentario y produce relajación muscular”, dijo.
En ese sentido, explicó que las placas miorrelajantes desprogramadoras son dispositivos de resina dura, rígida y transparente, que ferulizan la dentadura. “Están diseñadas para inducir los movimientos mandibulares hacia una postura de mínimo trabajo para los músculos y de mínima carga para la articulación temporomandibular (articulación sinovial que existe entre el hueso temporal y la mandíbula y que le permite realizar movimientos aplicados a la función masticatoria). Así, actúan como intermediarias entre los dientes, lo que reduce el desgaste dental al tiempo que pacifica y relaja el sistema masticatorio”.
Síntomas del bruxismo
Es importante consultar con un odontólogo si se presentan algunas de estas molestias:
- Cansancio o rigidez en los músculos de la mandíbula.
- Dificultades al abrir o cerrar por completo la boca.
- Aparición de chasquidos mandibulares al abrir o cerrar la boca.
- Dolores de cabeza.
- Lastimaduras en la parte interna de la mejilla (causadas por las mordidas a la noche).
- Inflamación de la mandíbula, cuello o rostro.
- Sensación de oídos tapados.
- Alteración del sueño.
Consecuencias del bruxismo
De acuerdo con Rodríguez, la principal consecuencia del bruxismo es el daño de la articulación temporomandibular, que puede provocar dolor de cabeza, de oídos o de cuello, molestias o chasquidos al abrir y cerrar la boca, dificultad para masticar y, en ocasiones, inclusive para hablar.
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“También puede generar inflamación de los músculos de la zona. Mientras que a nivel de los dientes genera desgaste del esmalte que provoca sensibilidad dentaria al frío o calor”, añadió.
Cuando alguien detecta que padece bruxismo, debe concurrir al odontólogo para que evalúe el caso e indique el tratamiento oportuno. Un diagnóstico precoz es importante para evitar los efectos secundarios y las complicaciones de este trastorno.