Un grupo de investigadores de la Ciudad de Hamburgo, en Alemania, analizaron a 443 personas que habían padecido Covid-19 sin ser hospitalizados. Según señalaron, este grupo que se recuperó de una infección de leve a moderada mostró signos de “afección multiorgánica subclínica”.
Según señalaron, estos signos se relacionaron con “la función pulmonar, cardíaca, trombótica y renal”. Asimismo, advirtieron que no encontraron indicios de “daño cerebral estructural, deterioro neurocognitivo o de calidad de vida”.
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Según señalaron en el estudio, se analizaron 443 personas que habían padecido coronavirus de forma leve a moderada, que no hubieran sido hospitalizados y a unos nueve meses de que recibieran el alta. En tanto, en el grupo de control (es decir que no contrajeron la enfermedad) se utilizaron 1328 voluntarios.
Las personas analizadas debían residir en el área metropolitana de Hamburgo y tenían que haber padecido coronavirus entre el 1 de marzo y el 31 de diciembre de 2020. En lo que respecta a la edad, los participantes tenían que tener entre 45 y 74 años en el momento del reclutamiento.
“En Europa, el 3,6% de los pacientes infectados requirieron cuidados intensivos, el 90% se recuperó en un entorno ambulatorio”, destacaron los investigadores al advertir que el objetivo del estudio era “determinar de manera integral el impacto a mediano plazo de un curso leve a moderado de COVID-19 en la función específica de los órganos”.
Cuáles son las secuelas que detectaron en el estudio
Según el estudio, los que padecieron “una infección por SARS-CoV-2 de leve a moderada muestran signos de afección multiorgánica subclínica relacionada con la función pulmonar, cardíaca, trombótica y renal”. Aunque no detectaron “signos de daño cerebral estructural, deterioro neurocognitivo o calidad de vida”.
Entre las alteraciones que detectaron, notaron que “la capacidad pulmonar total fue más baja en los casos posteriores al SARS-CoV-2 en comparación con los controles”, mientras que el impulso de sangre del ventrículo izquierdo “disminuyó ligeramente en pacientes” que habían padecido coronavirus
En tanto, detectaron que en la función renal “la creatinina y la cistatina C, estaban ligeramente elevados” en los que habían transitado el Covid-19, al igual que “las concentraciones de glucosa”. “Nuestros datos sugieren una prevalencia significativamente mayor de trombosis venosa profunda en participantes después de la infección por SARS-CoV-2″, alertaron.