Las madres que amamantan producen señales que influyen en el desarrollo del sistema inmunológico de sus bebés y ayudan a prevenir futuras alergias alimentarias, según una nueva investigación global.
Expertos en lactancia materna de la Universidad de Australia Occidental, Telethon Kids Institute y una institución de investigación alemana, publicaron nueva evidencia que destaca que los alérgenos en la leche materna podrían ser la clave para educar la respuesta inmune de un niño.
El 10 por ciento de los niños en los países occidentales ya tienen una alergia alimentaria a la edad de un año y esta evidencia podría ayudar a guiar el asesoramiento sobre salud materna y aliviar la carga mundial de enfermedades alérgicas.
Los hallazgos, publicados en el Journal of Allergy and Clinical Immunology, respaldaron el concepto de que estar expuesto a alérgenos en la leche materna era único y muy diferente de la exposición a alérgenos en bebés no amamantados.
Alergias: una cuestión de exposición
Los bebés amamantados están expuestos a múltiples alérgenos originados en la dieta materna y el medio ambiente, que probablemente se encuentren en su alimentación y entorno después del destete.
Si no se amamanta, los bebés no estarían expuestos a la mayoría de estos alérgenos antes del destete y, en consecuencia, no recibirían esta preparación al mundo externo.
La profesora Valérie Verhasselt, directora del Centro de Investigación para inmunología y lactancia materna de Larssen-Rosenquist en UWA y Telethon Kids Institute, dijo que exponer a los bebés a los alérgenos a través de la leche materna es muy diferente a hacerlo con las fórmulas que se recetan para reemplazarla o de los alimentos post destete.
“En la leche materna, solo una dosis diminuta llegaría al niño en comparación con cuando se administra a través de los alimentos al niño”, explicó la profesora Verhasselt.
Verhasselt reconoció que una mejor comprensión de las especificidades de la exposición a alérgenos a través de la leche materna debería conducir a intervenciones de salud más basadas en la evidencia para prevenir las alergias en la vida temprana, incluidas las dietas maternas e infantiles.
“Sabemos que la leche materna tiene una capacidad increíble para proteger a la descendencia de enfermedades infecciosas y muchos de los compuestos que se encuentran en la leche humana tienen las características necesarias para instruir el desarrollo inmunológico y prevenir la alergia”, planteó y reconoce: “comprender cómo controlar esto requerirá muchos más años de investigación”.
Cómo se actúa ante una alergia detectada
En general, las alergias alimentarias son una condición benigna y transitoria, un porcentaje menor no se cura. El tratamiento es la exclusión del alimento involucrado. En la alergia a las proteínas de la leche de vaca, en caso de no poder sostener la lactancia, se debe reemplazar por fórmulas lácteas especiales, indicadas por el especialista según el tipo de alergia.