Desde que se impuso el uso del barbijo obligatorio en los lugares públicos, los que usamos lentes maldecimos la pandemia de coronavirus. Se empañan los cristales y las orejas también se resienten de tanta “presión” añadida. Pero hay una buena noticia: estamos más protegidos contra el COVID-19.
Un estudio preliminar, publicado en MedRxiv, realizado por el oftalmólogo Amit Kumar Saxena, del Centro NPCB de India, determinó que las personas con anteojos están entre dos y tres veces más protegidas del coronavirus que quienes no llevan. Si bien el trabajo todavía no fue revisado por pares, arroja una conclusión que ya se había reportado en otras investigaciones.
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“El presente estudio mostró que el riesgo de contraer COVID-19 era aproximadamente 2-3 veces menor en la población que usa anteojos que en la que no los emplea. El conducto nasolagrimal puede ser una ruta de transmisión del virus desde el saco conjuntival a la zona nasofaríngea”, se concluye.
Estas cifras se obtuvieron después de entrevistar a 304 pacientes de coronavirus para consultarles sobre sus hábitos. Entre ellos, 58 usaban anteojos continuamente durante el día y siempre en actividades al aire libre. “El riesgo de COVID-19 se encontró en menor medida en la población que usa lentes en comparación con la que no los lleva. La eficacia protectora de este elemento se encontró estadísticamente significativa”, detalló el autor del trabajo.
Además de la barrera protectora que suponen los lentes, una de las hipótesis que baraja el oftalmólogo indio es que las personas con anteojos se tocan y frotan menos los ojos que las que no llevan.
“El estudio realizado por Kwok YLA, Gralton J, McLaws M mostró que tocarnos el rostro es un hábito frecuente y, en promedio, cada persona normal se toca la cara 23 veces y los ojos en unas 3 ocasiones en una hora”, expone.
Los especialistas sostienen desde el inicio de la pandemia que el coronavirus se puede propagar a través de las secreciones oculares. Por eso, se recomendó no sólo el uso del barbijo casero sino también de las pantallas protectoras. Por otro lado, los expertos en oftalmología aconsejaron limitar el empleo de lentes de contacto, porque implica tocarse los ojos en profundidad.
El coronavirus no solo puede encontrarse en la superficie de los ojos, sino también en las lágrimas. Esto puede explicar por qué hasta el 12 por ciento de los pacientes con COVID-19 tiene las llamadas “manifestaciones oculares”, como enrojecimiento e hinchazón. Además, la enfermedad puede causar conjuntivitis, pero es algo infrecuente. Según estudios que se hicieron en medio de la pandemia, entre el 1 y el 3 por ciento de las personas con coronavirus tuvo este problema ocular.
La investigación China
El trabajo indio no es el primero que apunta a que los anteojos pueden servir como una protección adicional ante el coronavirus. Los médicos del Hospital Zengdu de Suizhoy, de China, notaron que la proporción de usuarios diarios de lentes entre los pacientes con la enfermedad era ínfima por lo que llevaron a cabo un estudio respecto a este tema.
“Aunque se trata de un estudio observacional y no se puede inferir nada definitivo a partir de esto, hay una sugerencia de que la protección ocular de cualquier tipo podría reducir el riesgo de infectarse”, señaló el doctor Amesh Adalja, experto senior del Centro de Seguridad de la Salud Johns Hopkins, en Baltimore.
El estudio fue publicado en la revista especializada Jama Oftalmology y analizó a 276 personas contagiadas, de las cuales apenas un cinco por ciento llevaba lentes. “Nuestro principal hallazgo fue que los pacientes con COVID-19 que usan anteojos durante un período prolongado de ocho horas diarias, eran relativamente poco frecuentes, lo que podría ser una evidencia preliminar de que los usuarios de este elemento son menos susceptibles”, consignaron los autores.