Las compras de última hora, la melancolía por tiempos pasados, las comidas pesadas y los brindis no parecen ser de ayuda para encender la pasión. Así lo demuestra un estudio que tomó datos de la aplicación de salud de mujeres Clue, que incluyó registros anónimos de actividades sexuales de más de 500.000 mujeres en el Reino Unido, Francia, Brasil y los Estados Unidos.
“En el caso de las mujeres más jóvenes o sin hijos, la baja actividad sexual podría deberse a que pasan la Navidad con sus padres, en lugar de estar acompañadas con parejas románticas”, explicó Laura Symul, una de las investigadoras de la Universidad de Stanford en California que analizó estos datos sobre la sexualidad.
Para las madres, y particularmente las más trabajadoras, puede haber otros factores en juego: “La Navidad lleva mucho trabajo, y expectativa. Desde organizar y envolver regalos, hasta hacer que la casa se vea diferente y especial, además hay que preparar comidas tradicionales y tal vez hacer mensajes de saludos”, señaló.
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En la mayoría de las familias, no hay alguien en casa que pueda dedicarse a esto como prioridad, por lo que termina haciéndose en medio de las jornadas de trabajo y bajo el cuidado de los hijos. No es un contexto para sentirse sexy.
Las variaciones
El estudio marcó específicamente que el interés por el sexo cae casi en su totalidad los tres días antes de Navidad, pero regresa durante el Año Nuevo. También mostró un aumento de la actividad sexual durante vacaciones y fechas festivas cómo el Día de San Valentín, contribuyendo a mayores tasas de natalidad durante el próximo septiembre.
“También hubo una diferencia muy fuerte entre los fines de semana y los días de semana: la gente tiene más sexo los fines de semana”, dijo Micaela Martínez en la Universidad de Columbia, en Nueva York, que también participó en la investigación. “Sugiere que tener tiempo libre con tu pareja íntima facilita el sexo”.
Otra característica son los juegos eróticos que ganaron un notable protagonismo en la vida de las parejas, no solo entre los jóvenes, también entre los adultos. Por eso, es cada vez más habitual que se hagan este tipo de regalos en Navidad, aunque se usen unos días después.
Más allá de que el deseo baje en estas fechas, no hay que perder de vista que ciertos tratamientos farmacológicos, como los antidepresivos, afectan tanto las ganas como al orgasmo. La falta de vitaminas también puede provocar esta reducción del deseo.
Que el deseo cambie a lo largo del tiempo es razonable y normal. “La rigidez porque permanezca en un determinado nivel, muchas veces es más contraproducente que beneficioso”, coinciden los especialistas.
La investigación fue publicada como preimpresión y aún no ha sido revisada por pares.
