Una vacuna de nanopartículas contra el COVID-19 produce “potentes” anticuerpos neutralizantes del virus en ratones. Según sus impulsores, lo harían a niveles diez veces superiores a los observados en personas que ya cursaron la enfermedad y se recuperaron.
El diseño, que está a cargo de científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en Seattle, en los Estados Unidos, fue transferido a dos compañías para su desarrollo clínico.
“Esperamos que nuestra plataforma de nanopartículas pueda ayudar a combatir esta pandemia que está causando tanto daño a nuestro mundo", indica Neil King, autor principal del estudio.
"La potencia, estabilidad y capacidad de fabricación de este candidato a vacuna lo diferencian de muchos otros que están siendo investigados”, resalta.
Los investigadores adosaron a nanopartículas una parte de la proteína espiga o spike del coronavirus (la que le da forma de corona) que al ingresar al organismo genera la respuesta inmunológica. Según el trabajo, la vacuna de nanopartículas provoca una respuesta de anticuerpos “diversa, potente y protectora”, que incluye anticuerpos diez veces superiores a los que usan la proteína en forma soluble, a pesar de haber utilizado una dosis seis veces menor.
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Los anticuerpos provocados por las nanopartículas podrían ser menos susceptibles a escaparles a las posibles mutaciones del virus, según la información del artículo científico publicado en la revista ‘Cell’.
Además, los datos muestran “una fuerte respuesta de las células B” después de la inmunización, tanto en ratones como en primates no humanos, lo que puede ser clave para la memoria inmunológica y un efecto duradero de la vacuna.
El antídoto candidato fue desarrollado usando técnicas de diseño de vacunas basadas en estructuras inventadas en la Escuela de Medicina de Universidad de Washington.
Se trata de una nanopartícula de proteína autoensamblada que muestra 60 copias del dominio de unión al receptor de la proteína de la espiga SARS-CoV-2 en un conjunto altamente inmunogénico.
La estructura molecular de la vacuna imita aproximadamente la de un virus, lo que puede explicar su mayor capacidad para provocar una respuesta inmunológica.
“Aprovechamos la solidez y versatilidad de las nanopartículas de dos componentes diseñadas computacionalmente para generar rápidamente candidatos prometedores a la vacuna del SARS-CoV-2 que se diferencian a gran escala de muchos otros candidatos en desarrollo”, indicaron los científicos.
Y agregaron, pensando a futuro: “El desarrollo continuo de estas plataformas tecnológicas podría conducir a vacunas que prevengan la próxima pandemia en lugar de responder a ella”.
Fuente: Europa Press y Télam