Las consultas por accidentes cerebrovasculares (ACV) bajaron drásticamente durante la cuarentena y las entidades especializadas hicieron un llamado a los pacientes para que consulten a tiempo ante los mínimos síntomas para evitar secuelas graves.
Aún en medio de la pandemia por coronavirus, los servicios de emergencias prehospitalarios se encuentran integrados a un protocolo que "genera una rápida comunicación con el centro especializado más cercano, permitiendo que se puedan realizar todas las acciones diagnósticas y terapéuticas de forma rápida, segura y sin esperas", dicen los prestadores.
"Ante síntomas compatibles con el ACV, dolor de pecho, falta de aire o cualquier otra situación de emergencia, las personas tienen que consultar de inmediato: los equipos médicos, de enfermería y técnicos están en guardia y listos para atender de la mejor manera posible", insiste ante Con Bienestar el doctor Adolfo Savia (M.N. 132.685), médico especialista en Emergentología.
El ACV es una enfermedad tiempo-dependiente, es decir, cuanto más rápido se actúe mejor será la evolución y los resultados. Por eso, es muy importante reconocerlo y activar rápidamente el servicio de emergencias.
// Secuela del coronavirus: aumentan los casos de presión arterial "muy alta"
Savia cree que la disminución en las consultas y la tardanza se relacionan con varios factores, entre otros:
· Miedo a contagiarse en las consultas.
· Pensar que el sistema está desbordado y no brindará atención adecuada.
· Preocupación por no poder circular y dificultad para acceder a medios de transporte.
· Falta de acompañamiento debido al aislamiento.
"Desde el comienzo de la pandemia en muchas zonas afectadas, incluido nuestro país, se han reportado menos consultas por Accidentes Cerebrovasculares (ACV), y otras emergencias graves como el Infarto cardíaco, pero no hay razón para pensar que ocurren menos casos: por el contrario, comenzamos a ver pacientes que consultan tarde, con cuadros graves, o que incluso no buscan atención directamente, lo que claramente está relacionado con un potencial aumento de las muertes y las secuelas por ACV e Infarto", remarca el especialista.
El Accidente Cerebrovascular es una enfermedad aguda que ocurre cuando un área del cerebro deja de recibir el oxígeno y los nutrientes que necesita para vivir debido a una obstrucción (ACV isquémico) o rotura (ACV hemorrágico) de la arteria que irriga la zona afectada, provocando síntomas neurológicos que aparecen bruscamente.
Hay que sospechar que se está frente a un ACV cuando una persona desarrolla súbitamente:
· Pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo (brazo y/o pierna).
· Sensibilidad alterada en la mitad del cuerpo (brazo y/o pierna).
· Problemas para hablar (arrastra las palabras, utiliza palabras incompletas o inapropiadas).
· Desviación de la comisura labial.
· Ceguera súbita.
· Cefalea intensa.
· Mareo, incapacidad de caminar e incluso pérdida de la conciencia.
"Si bien la incidencia del ACV aumenta con la edad, también puede ocurrir en personas jóvenes, por eso siempre es importante considerar cualquiera de estos síntomas como una emergencia, independientemente de la edad del afectado", cierra el médico emergentólogo.