La pasión en el sexo da lugar para la creatividad. Con el afán de salir de lo cotidiano, hay quienes dejan volar la imaginación para poder disfrutar de otra manera los encuentros sexuales o esos momentos especiales con uno mismo. Y la lubricación es un tema lleno de detalles por descubrir.
"Los lubricantes sexuales son geles empleados en los momentos íntimos sea por falta de lubricación o para disfrutar de sus ventajas en ciertos juegos de pareja o en solitario, inclusive con el uso de juguetes sexuales", explica a Con Bienestar el doctor Bernardo Kupferberg (M.N. 62.974) ginecólogo, sexólogo clínico y director de cursos relacionados con la sexología.
Entre las causas que pueden producir la falta de lubricación, el especialista puntualiza la disminución de las hormonas sexuales circulantes ya sea por la edad (climaterio), distintas patologías o la medicación: es frecuente en mujeres que toman pastillas anticonceptivas o antidepresivos, entre otras. Pero también suele ocurrir por causas psicológicas, como el estrés o los problemas en las relaciones interpersonales.
Hay diferentes tipos de geles, que buscan generar distintos efectos, como frío, calor o retardo de la eyaculación. Hay tres tipos principales de lubricantes, según su composición: los de base acuosa, los de base de silicona o los de base oleosa, cada uno con sus respectivas ventajas y desventajas.
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Base acuosa
Los lubricantes de base acuosa son los más comunes, cuenta el especialista. Vienen en dos variedades: con glicerina, "que tiene un sabor ligeramente dulce", o sin glicerina. Son geles económicos, fáciles de encontrar en las farmacias y seguros para usar con los preservativos y los juguetes sexuales.
Hay aromatizados y otros que producen un efecto de calor. Su desventaja: "Se secan rápidamente, puede ser necesario volver a aplicarlos durante el coito y, debido a su contenido de azúcar, podrían contribuir a infecciones por hongos", describe Kupferberg.
Los que no poseen glicerina tienen menos probabilidades de causar irritación vaginal, "pero pueden tener un sabor amargo y, por lo tanto, no son la mejor opción para aquellos que les gusta combinar sexo oral y penetración". Ambos tipos de gel pueden volverse pegajosos con el tiempo.
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Base de silicona
Los lubricantes a base de silicona son "inodoros e insípidos, resbaladizos y suaves, y duran más que cualquier otro". Aptos para el sexo anal, "es el que mejores sensaciones puede aportar para la masturbación debido a su espesor", asegura.
No necesitan volver a aplicarse con tanta frecuencia como los lubricantes a base de agua. Son seguros para usar con condones de látex y pueden utilizarse bajo la ducha, además son hipoalergénicos. Al igual que los acuosos, hay opciones con y sin glicerina.
"Algunas de estas ventajas, también son sus desventajas: al durar más, es más difícil de sacar. En esos casos, se debe aplicar un exfoliante jabonoso en el área, para eliminar cualquier residuo. Nunca se recomiendan estos lubricantes para los juguetes sexuales de silicona, porque pueden descomponerlos con el tiempo", explica el sexólogo.
Base oleosa
Se comercializan en dos tipos. Los primeros, a base de aceites naturales: coco, maní, vegetales y aceites de oliva. Son "excelentes para masajes genitales y todo tipo de juegos sexuales". Además, pueden usarse en "vulva y vagina y se pueden ingerir".
Los segundos, a base de aceite sintético -mineral o vaselina-. Son seguros de usar, económicos y se consiguen fácil. Desventaja: "Destruyen los condones y manchan las telas, además de irritar la vagina", indica. Ambos son aptos para el sexo en el agua.
Otras variantes
"Los orgánicos o veganos, confeccionados con ingredientes botánicos como el aloe vera o ecológicos. Además, existen los que no tienen parabenos (conservante de uso común con riesgos establecidos para la salud), ftalatos, nonoxinol-9 (espermicida) o compuestos policuatenarios, entre otros, que pueden tener efectos secundarios", señala Kupferberg.
