Por las calles, los transportes públicos y los supermercados circulan personas que usan guantes y se sienten a salvo del coronavirus. Accionan picaportes, mandan mensajes por el celular, empujan changuitos, se tocan la cara... y no saben que también están en riesgo, porque los guantes van acumulando gérmenes de rápida propagación, que están adheridos a la superficie de látex.
"El riesgo que tenemos al usar guantes es pensar que estamos protegidos y entonces no nos lavamos las manos con la frecuencia que debiéramos", señala en el video que difunde TN, Martín Piña, director de la carrera de Ingeniería en Alimentos de Fundación UADE.
Para él, lo mejor es no usarlos e higienizar las manos tantas veces como sea necesario.
// Coronavirus: ¿Hay que sacarse los zapatos al volver de la calle?
"Por ejemplo: estamos en el supermercado y tocamos el teléfono con los guantes puestos. Existe la probabilidad de haber dejado el virus en la superficie. Después de tirar los guantes, agarramos el teléfono con la mano al desnudo, sin darnos cuenta que allí podemos tener el virus y lo llevamos a la cara. Error garrafal", advierte Piña.
Diego Poggi lo grafica muy bien el video donde Guillermo Lobo suma la explicación de las consecuencias de una contaminación cruzada.
El uso de guantes también puede causar otro problema debido al material de fabricación. Está demostrado que la transferencia de proteínas de látex pueden causar reacciones alérgicas en personas sensibilizadas a este componente.
Dejarlos tirados en cualquier lado, incluso dentro del auto, también es peligroso para el resto de las personas.
"Los guantes juegan un papel muy importante en un entorno clínico, en el uso por parte del personal de salud, pero hay poca evidencia de que sean útiles para el resto de la sociedad", remarca el ingeniero y concluye: "Antes que usarlos mal, mejor no usarlos".
