Decorar algunas partes de la casa con flores y plantas de maceta puede ser favorable para aportar armonía y bienestar en el ambiente. Se cree que estos elementos naturales, encima de ser lindos a la vista, son positivos para la salud porque purifican el aire de los espacios cerrados, liberan oxígeno necesario para una buena calidad de vida y reducen la temperatura del entorno.
Pero, su presencia en el hogar podría no ser tan efectiva como se cree ya que no limpian ni eliminan las partículas químicas que se encuentran en el aire, según detalla una investigación de la Universidad de Drexel, Filadelfia (Estados Unidos), publicada en Journal of Exposure Science & Environmental Epidemiology (Revista de Ciencias de la Exposición y Epidemiología Ambiental).
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Los científicos aseguraron que su sistema biológico es relativamente lento al momento de eliminar las impurezas que persisten en el ambiente, además de que podría ser igual de práctico abrir una ventana o utilizar otro medio para que circule y se renueve el aire fresco.
Si bien, las casas poseen una gran fuente de contaminantes, como la constante utilización de productos de limpieza que liberan gases tóxicos, una planta no será lo suficientemente efectiva para neutralizar esas sustancias nocivas que flotan en la atmósfera. Hay quienes optan por implementar aromatizadores de ambiente que contienen agentes limpiadores de bacterias y gérmenes, aunque está comprobado que no sería útil ya que le añade más químicos al aire que se respira.
Lo ideal entonces será tratar de eliminar las principales fuentes de contaminación y abrir los espacios para que se ventilen bien. Las plantas de maceta no son tan buenas como se creía, pero igualmente suman y le aportan vitalidad al hogar.
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El análisis
Los académicos trabajaron en base a 12 estudios previos, donde se probaba la capacidad de 196 especies a la hora de eliminar sustancias químicas y nocivas para el ser humano. En la investigación evaluaron cómo las plantas convivían en entornos domésticos y fue así como trataron de igualarlos por medio de cámaras selladas en laboratorios que imitaban los factores que influyen en los ambientes interiores.
Durante el análisis, entendieron que aquellas condiciones no se asemejaban en su totalidad al clima típico de una casa u oficina, lo que generó que su efectividad no pudiera comprobarse. El impacto de las plantas y su poder para eliminar impurezas se comparó con diversos sistemas de ventilación y se llegó a la conclusión de que estos son más eficaces.
