El contacto con las manos puede transmitir bacterias, virus y hongos, que no los podemos ver, pero pueden enfermar a otros y a nosotros mismos. Es quizá una acción que se realiza más como una costumbre que como un acto consciente para combatir a los microorganismos con los que estamos en contacto y que pueden perjudicar nuestra salud. Algunos mitos que acompañan este hábito tan eficiente, son los siguientes:
1. No lavarse las manos después de usar un baño público es peligroso
Un estudio observacional de más de 3 mil personas encontró que el 10 por ciento entró a los baños públicos y no se lavó las manos y si lo hicieron, el 33 por ciento no usó jabón. Esto nos expone principalmente a las enfermedades diarreicas, pero en algunas ocasiones pueden ser más graves, como cólera o intoxicación alimentaria.
2. Las manos quedan más limpias con agua caliente
Investigadores encontraron que si el agua era fría, caliente o tibia no hizo ninguna diferencia significativa en cuanto a la cantidad de bacterias que permanecían en las manos de la gente. Puede que el agua caliente disuelva mejor ciertos tipos de suciedad, pero para las bacterias da igual.
// Los celulares del personal de salud pueden transmitir infecciones intrahospitalarias
3. Si no se va a comer no es necesario lavarse las manos luego de manipular dinero
Es muy importante lavarse las manos aunque no vayamos a consumir alimentos, porque con las manos podemos tocar otras zonas del cuerpo como la nariz o los ojos, que pueden ser contaminadas muy fácilmente. De hecho, los seres humanos nos tocamos la cara unas 15 veces cada hora sin darnos cuenta.
4. El secado no es importante después del lavado de manos
Es mucho más fácil que se nos "peguen" bacterias con las manos húmedas que estando secas. Si hay papel o un secador, es mejor usarlo.
5. El alcohol en gel reemplaza el lavado
“El único sentido que tiene ponerse alcohol en gel es si el lavado no fue hecho correctamente, para que arrastre alguna bacteria patógena que aun no fue eliminada”, explica María Laura García Bazarra (MN 91386), médica dermatóloga del Hospital Álvarez. En el caso de que uno no pueda lavarse seguido las manos, la frecuencia ideal entre alcohol en gel y lavado es de tres a uno: “Si se usa tres veces seguidas el alcohol en gel, la cuarta vez ya hay que lavarse las manos”, concluye García Barraza.
¿Cuando lavarse las manos?
· Antes, durante y después de preparar alimentos
· Antes de comer·
Antes y después de atender a alguien enfermo o tratar lastimaduras
· Después de ir al baño, cambiar pañales o higienizar a un niño que haya ido al baño
· Después de limpiarse la nariz, toser o estornudar
· Después de trabajar en el jardín, tocar la basura o animales
· Si las manos están visiblemente sucias o engrasadas