El "síndrome de mano, pie y boca atípico", una enfermedad eruptiva viral de chicos, mucho más frecuente de lo que se cree, se presenta también en adultos con algunas variantes y se confunde con otras infecciones como la varicela, por lo que especialistas alertaron sobre la necesidad de realizar un "diagnóstico correcto".
"Este síndrome, Virus CV-A6, en su variante en adultos, se puede confundir con el eccema herpético o la varicela", indicó Daniel Cisterna, investigador del servicio de Neurovirosis del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI) del Instituto Malbrán. Además, dijo que si los médicos están alertados "pueden evitar la diseminación de este virus y su tratamiento incorrecto".
// El hijo de Pink tiene la enfermedad de pie-mano-boca, una erupción muy contagiosa
Este síndrome en cuestión es una enfermedad eruptiva pediátrica muy contagiosa que comienza con fiebre, llagas en la boca y sarpullido, y puede presentar ampollas en la palma de las manos y la planta de los pies. "Puede haber complicaciones leves como la caída de las uñas (en manos y pies), o más severas como la meningitis aséptica o la encefalitis aguda", indicó el especialista tras un riguroso estudio científico realizado por los investigadores del Malbrán.
Gracias a dicha investigación los científicos detectaron la presencia en Argentina de un “genotipo inusual” de un virus perteneciente al género Enterovirus (EV) que provoca la enfermedad también en adultos, según detalló un documento publicado por la agencia Ciencia y Tecnología y la Fundación Leloir.
Cómo se manifiesta: síntomas, prevención y tratamiento
"El virus atípico se detectó primero en países de Europa y se manifestaron brotes. Aunque no es el caso de nuestro país, recibimos algunos casos del servicio de Dermatología del Hospital Muñiz que no lo habían detectado como tal", indicó el especialista. En adultos, la enfermedad se manifiesta de forma diferente a la infantil, ya que la eruptiva se extiende al torso, cabeza y otras partes del cuerpo, además de boca, pies y manos.
Si bien no existe una vacuna que proteja contra este virus, para evitar la infección se recomienda lavarse las manos con agua y jabón, en especial después de ir al baño, limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con más frecuencia y evitar el contacto cercano con las personas enfermas.
El único tratamiento indicado, señalaron los especialistas, es realizar reposo.
