Investigadores españoles han ahondado en el vínculo entre los glóbulos blancos y la insuficiencia cardíaca, dado que existen estudios que sugieren una correlación entre ambos. Como resultado de sus investigaciones, han encontrado una diferencia en los primeros que podría convertirse en un biomarcador.
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Todos tenemos monocitos, un tipo de glóbulos blancos cuya función principal es comer microorganismos o restos celulares. Dentro de este subgrupo coexisten tres conjuntos: clásicos, intermedios y no clásicos. Los niveles de estas tres clases fue lo que observaron los científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red Enfermedades Cardiovasculares.
De acuerdo a los resultados publicados en la revista científica PLos One, los 400 pacientes con insuficiencia cardíaca que participaron de la investigación presentaron una diferencia importante en los porcentajes de las clases de monocitos: el conjunto clásico fue el más predominante, seguido del intermedio y, en último lugar, el no clásico. Sin embargo, comparados con una persona sana, los intermedios aumentaron significativamente.
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Esto podría sugerir que los monocitos serían un biomarcador, un indicador que ayude a predecir la enfermedad. De todas maneras, los mismos investigadores aseguran que aun “es preciso realizar más estudios para confirmar los hallazgos e interpretar mejor su valor clínico, aunque creemos que estamos más cerca de nuevos y mejores marcadores pronóstico de la enfermedad”, según declaró a medios extranjeros Antoni Bayés Genís, líder del trabajo.
