Los adolescentes que no duermen lo suficiente serían más propensos a desarrollar factores de riesgo cardíacos, como hipertensión y exceso de grasa corporal, sostiene un estudio de Estados Unidos. "El sueño importa", dijo la doctora Elsie Taveras, del Hospital General de Massachusetts, en Boston. "La cantidad y la calidad del sueño son pilares de la salud junto con la dieta y la actividad física", agregó.
Su equipo le pidió a 829 adolescentes que usaran monitores de actividad en la muñeca para registrar el sueño y la actividad entre siete y 10 días. Además, repasaron los factores de riesgo de la enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular (ACV) y diabetes mediante la circunferencia de cintura, la presión, el colesterol y la resistencia a la insulina. La mitad dormía 7,4 horas por noche o más. Un 2 por ciento dormía las ocho horas mínimas que recomienda la Fundación Nacional del Sueño entre los 14 y 17 años o las nueve horas mínimas entre los 11 y 13 años.
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La mayoría tenía lo que se consideraría "baja eficiencia del sueño" porque, tras conciliarlo, lo podían sostener durante apenas el 84 por ciento del tiempo.
Dormir más y hacerlo con mayor eficiencia estuvieron asociados con valores más bajos de presión y colesterol, menor circunferencia de cintura y menos masa grasa, según publica el equipo en la revista Pediatrics.
Estudios previos habían asociado dormir poco con enfermedades como la obesidad, la diabetes, la cardiopatías o los trastornos del ánimo, pero la mayoría había sido sobre adultos o no había medido el sueño.
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"Lo interesante es que muchas de las relaciones observadas en el estudio eran independientes de la calidad de la dieta y la actividad física, además de la grasa corporal, que son algunas de las principales vías a través de las que el sueño inadecuado influye en el riesgo cardiometabólico", agregó Taveras.
