Ya sea por irritación o por cansancio, a menudo sentimos la necesidad de frotarnos los ojos, pero el realizar esto podría afectar la visión.
La oftalmóloga Anupama B. Horne, jefe de oftalmología integral en Duke Eye Center (Estados Unidos) explicó en primer término por qué resulta placentero: "Frotar estimula la producción de lágrimas, lo que puede ayudar a humectar los ojos secos o cansados, y eliminar las partículas irritantes”.
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"También puede iniciar el reflejo oculocardíaco, en el que la presión sobre el globo ocular causa una disminución de la frecuencia cardíaca y conduce a una sensación de reducción del estrés”, agregó.
Sin embargo frotar con demasiada fuerza y con excesiva frecuencia puede dañar los ojos y las estructuras circundantes, detalló la Dra. Horne. Si hubiera polvo o pestañas sobre la superficie del ojo, frotar puede provocar arañazos en la córnea.
Además, con el frotamiento se pueden romper los vasos sanguíneos del blanco de tus ojos, haciendo que se vean inyectados en sangre. Desde el punto de vista estético, frotar puede oscurecer la piel alrededor de los ojos, y los ojos inyectados de sangre con círculos oscuros pueden hacer que te veas demacrado y viejo.
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Pero, ¿afecta la vista?
“En algunos pacientes predispuestos genéticamente, el frotamiento excesivo de los ojos puede causar adelgazamiento progresivo y cambio de forma de la córnea, conocido como queratocono", dice el Dr. Horne.
Por su parte, el médico oftalmólogo Omar López Mato (MN 59.216) aclaró: “El queratocono es una afección de la córnea en la que esta va perdiendo su radio normal de curvatura hasta convertirse en un cono, con la consiguiente deformación de las imágenes. Afecta aproximadamente al uno por mil de la población. Sin bien existen casos hereditarios, se encontró una relación estadística con la alergia porque aparentemente el frotamiento de los párpados facilita su evolución”.
Cómo se trata
Existen para su detección medios muy precisos, como la tomografía corneal, detalló López Mato, director del Instituto de la Visión. “La posibilidad de tratarla precozmente mediante un procedimiento llamado Crosslinking (donde se refuerzan la córnea para evitar su deformación), permiten evitar llegar a instancias quirúrgicas. Según el caso, la primera opción, después del Crosslinking, son los anillos corneales (segmentos de un acrílico que se ponen dentro de la corneas para corregir su deformación). En casos más avanzados se recurre al transplante de córnea, que puede ser completo (llamado penetrante), o solo se injerta una lámina que se sutura a la córnea del paciente”.
Y concluyó: “Lo importante es que con ciertas medidas de control puede llegar a evitarse instancias más complejas”.
