En verano es casi imposible estar expuestos a la acción de los rayos solares, sin embargo, sí se puede evitar la exposición prolongada y en horarios no recomendables que, con el tiempo, puede provocarnos serios problemas en la piel. Las poco estéticas manchas que aparecen en la cara, las manos, los hombros y el escote, son algunas de las lesiones generadas por la radiación solar. Reciben el nombre de lentigo y se las conoce también como manchas de la vejez o por el hígado y son planas, de color uniforme que va del café claro al negro y tienen forma redonda u ovalada.
Los lentigos solares son pequeñas máculas marrones que se presentan por efecto de la acumulación de radiación ultravioleta a lo largo de los años. Se manifiestan como un aumento de la pigmentación de la capa basal de la epidermis, la más superficial de la piel. Son lesiones benignas, pueden tener un tamaño variable (de 1-2 mm hasta varios centímetros) y pueden ir formándose de a poco o aparecer en forma súbita. En todos los casos son antiestéticas y quien las padece busca la forma de eliminarlas.
El rayo reparador
La doctora Rachel Miest, integrante del equipo de dermatología de la Mayo Clinic, de Rochester, Minnesota, Estados Unidos, da una serie de recomendaciones para remover las manchas y lucir una piel renovada.
En primer lugar aconseja acudir a un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de afecciones de la piel para que evalúe el tipo y calidad de las lesiones. El profesional revisará los factores que quizá afecten al tratamiento como el tipo de dermis, el historial médico, los antecedentes familiares y cualquier medicamento que esté tomando el paciente.
Este paso es fundamental porque el dermatólogo puede realizar un detallado examen físico para confirmar que las manchas que se ven sean realmente provocadas por el sol. Es importante saber que no todas las manchas color café son lentigo. Existe, por ejemplo, otro tipo de trastornos de la piel como el melasma o los melanomas (cáncer de piel) que pueden tener la misma apariencia pero que no deben ser sometidos al mismo tratamiento.
La Dra. Miest sostiene que hay varias formas de reducir o eliminar las manchas por el sol. Una de las más efectivas y rápidas es el rejuvenecimiento con láser y otros tipos de láser y terapias de luz. Este tratamiento se hace en el consultorio médico, en general no requiere internación. La duración del procedimiento y el tiempo necesario para evaluar los resultados varía, igual que la cantidad de sesiones a la que hay que someterse. De la aplicación pueden surgir algunos efectos secundarios como enrojecimiento, hinchazón, comezón, cambios en el color de la piel y cicatrices. Estos tratamientos, por ser estéticos, en general, no son cubiertos por los planes de salud, tanto de obras sociales como de prepagas.
Después del tratamiento con láser, para proteger la piel y evitar que reaparezcan las manchas, usar siempre protector solar de amplio espectro, FPS 30 o más y cubrirse con ropas adecuadas (sombreros, gorros con visera, por ejemplo). Este hábito deberíamos sostenerlo siempre, aún cuando no tengamos manchas para prevenir su aparición y el envejecimiento prematuro de la dermis.
Las cremas de uso tópico pueden ser una alternativa o un complemento para las terapias láser y de luz. Son útiles para aclarar las manchas. Los productos retinoides y la crema hidroquinona o blanqueadora (se vende bajo prescripción médica o, en menor potencia, son de venta libre), y los antioxidantes también suelen ser eficaces para mejorar la apariencia de las manchas o hacerlas desaparecer.