Si hay algo que caracteriza a Woody Allen y a sus películas, son la personalidad de sus personajes, a menudo obsesivos con algunas temáticas y o ciertas situaciones de la vida cotidiana.
El actor y director sufre de neurosis compulsiva, lo que daría una explicación a su personalidad un tanto obsesiva e hipocondriaca. Este mal, se encuentra dentro de los denominados “trastornos de ansiedad”.
Según los especialistas, quienes sufren de esta patología, tienden a tener conductas obsesivas, es decir, se anclan a ideas, imágenes o impulsos que persisten y recurren, lo que son vividos como sin sentido por parte del quien lo padece.
Las compulsiones, en tanto, son conductas que se repiten una y otra vez como, por ejemplo, lavarse las manos reiteradamente o verificar recurrentemente haber cerrado bien la llave del gas. Estos síntomas aparecen alrededor de los 7 años.
Mucho más que un TOC
En general, muchos lo confunden con los Trastornos Obsesivo Compulsivos (TOC), pero la neurosis compulsiva va mucha más allá de eso. Siempre preexiste una alteración de las ideas que no se presenta de manera evidente.
En estos pacientes, aparecen reproches y autorreproches que el sujeto piensa sobre algunas conductas que tuvo en su infancia. Estas experiencias se van a tramitar de acuerdo al tipo de defensas psíquicas que el sujeto tenga.
