En este último año los hisopos se convirtieron en uno de los elementos de higiene más cuestionados. Con las más recientes actualizaciones en congresos de Pediatría y Otorrinolaringología los médicos informaron que pueden causar más daños que beneficios.
Introducirlos en los oídos en lugar de usarlos para limpiar el pabellón auditivo es uno de los errores más comunes que se cometen en la higiene personal diaria.
Para mostrar la gravedad de esta situación el doctor indio Kunal Karade de Nagpur publicó un vídeo en el que se ve cómo extrae una parte de hisopo del oído de un paciente. Lo hizo mediante una otoscopia una técnica por la cual se introduce una cámara por el conducto auditivo.
Esta persona acudió a su consultorio creyendo que tenía un tapón de cera tras experimentar dolores en el oído. Sin embargo, tras examinarlo el especialista se percató de que el problema era que un trozo de hisopo bloqueaba su canal auditivo.
Ese trozo le causó una infección cuyos síntomas principales son síntomas como picor de orejas, taponamiento de oídos, frío, tos y alergia "Raspar la piel del canal auditivo provoca dolor e infección. A veces, se empuja la cera hacia adentro y, también, se puede dañar el tímpano", explicó el doctor Seth Schwartz, director del Listen For Life Center de Virginia Mason, Seattle a la agencia Reuters.
Un estudio lanzado este año en Estados Unidos indicó que más de 30 niños terminan a diario en las salas de guardia de ese país por las lesiones asociadas con el uso de los hisopos. Es por esta razón que los pediatras desaconsejan su uso entre los más chicos.
