Cada 13 de abril se celebra el Día Internacional del Beso porque una pareja de Tailandia batió el récord durante un certamen que se realiza de forma anual en ese país al besarse 58 horas consecutivas. Se trata de dos expertos en el área dado que el año anterior lo habían hecho durante 46.
El beso es una de las expresiones más representativas del amor en todas sus formas. Muestra cariño y afecta hacia el otro. Es una gran forma de liberar estrés ya que reduce los niveles de cortisol y aumenta los de oxitocina, conocida como "la hormona del amor".
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Aunque no todo es de color de rosa. Según diferentes estudios realizados en los últimos años, como el de La Organización para la Investigación Científica Aplicada (TNO), de Holanda, y otro llevado a cabo por la Facultad de Ingeniería y Ciencias Exactas de Fundación UADE, en la boca viven más de 700 variedades de bacterias. Algunas son necesarias mientras que otras pueden suponer un riesgo.
Con lo cual, en un beso de diez segundos pueden compartirse hasta 80 millones de bacterias. Es por eso que la boca requiere de una atención especial. El hecho de que tanta gente tenga caries y enfermedades bucales refleja que no se ponen en práctica los hábitos correctos para remover la placa de forma efectiva. Según un estudio realizado por Nielsen, sólo el 37% de los argentinos utiliza hilo dental y únicamente el 1% utiliza palillos interdentales.
Entre las mejores rutinas para una buena higiene bucal se encuentran:
Limpiá entre los dientes una vez al día: Preferentemente después de cenar. La seda dental o los cepillos interdentales mantienen las encías sanas y reducen la placa debajo de la línea de las encías. Si se suma está acción al cepillado eliminás hasta el 70% de la placa.
Lavate los dientes durante dos minutos al menos dos veces. Lo ideal es hacerlo cada vez después de comer, pero si lo hacés a la mañana y a la noche antes de acostarte ya estás dentro de los límites normales. Cepillarse remueve la placa dental que provoca la aparición de enfermedades en las encías y la caries. Además, la pasta aporta flúor para fortalecer la superficie del diente protegerlo de las caries, la erosión ácida y el desgaste. Esperá entre 15 y 20 minutos después de comer para lavarte, para que la saliva y los ácidos hayan terminado su acción.
Elegí un cepillo con cerdas blandas. Las cerdas son el conjunto de filamentos que efectúan la remoción de las bacterias y los restos de alimentos. Las mismas tienen que ser capaces de doblarse, para ponerse justo debajo de las encías, con lo cual no pueden ser todas de una gran dureza.
Cambiá de cepillo de forma regular. Si bien cuando un cepilla te gusta querés aprovecharlo al máximo, se recomienda que en se use solo de 3 a 4 meses. Cuando empiezan a deshilacharse los filamentos es hora de comprar uno nuevo. También es aconsejable Y mantenerlo al aire libre para evitar que el moho o las bacterias crezcan en él cuando está mojado.
No frotes con fuerza. Pensá que se trata de un masaje. Cepillarte con más fuerza o hará que sea más eficiente la limpieza. Y no te olvides de lavar las encías y la lengua, donde también se acumulan bacterias.
Acá un recopilatorio de los mejores besos del cine:
