En esta época del año se llevan a cabo muchas acciones solidarias para ayudar a la población más necesitada a tener una Navidad lo más feliz posible. Se trata de actividades enfocadas sobre todo a los más chicos, que viven estas fiestas como algo mágico.
El comedor Amor, ubicado en el barrio 1-11-14, ofrece almuerzo y merienda a más de 120 personas y recibe a unos 200 chicos. En ese lugar las comidas que se sirven son balanceadas por nutricionistas, de ese modo se garantiza que el alimento sea el más indicado.
En el comedor comunitario también se desarrolla un microemprendimiento basado en la formación de adolescentes a quienes ayudan a alejarse de la droga. “Tenemos seis jóvenes capacitándose en la panadería, tres veces por semana hacen el pan para el merendero. Es una experiencia linda porque pusieron mucho de ellos. Son pibes que se estaban drogando y hoy ya no lo hacen, dedican su tiempo a estar ahí y hacer pan para los chicos”, contó Rocío Torres, la presidenta del centro.
Para su funcionamiento, en el comedor colaboran las personas que habitan el lugar. “La gente viene, ayudan a preparar la comida, a limpiar, se suma, y es eso importante. Somos una gran familia”, contó Torres.
Una de las iniciativas solidarias de estos días fue organizada por la Fundación Enrique Rossi. Se trata de un evento realizado por séptimo año consecutivo en el que se llevó a cabo el festejo de Navidad del que participaron 650 niños, 40 de ellos del barrio 1-11-14. Con una merienda y un espectáculo infantil con la presencia de Papá Noel, a quien pudieron entregarle sus cartas, los más pequeños pudieron disfrutar de una tarde diferente.
La ex modelo Analía Maiorana, quien desarrolla diversos proyectos sociales, participó de la celebración como madrina del evento y se mostró satisfecha del gran éxito que tuvo la convocatoria. “Ver la posibilidad que tienen todos estos chicos de poder compartir este fin de año, un Papá Noel, estas ilusiones, los regalos que se vienen y las ganas de sonreír yo creo que para uno, como madre, es único”, afirmó.
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Agustina Rossi, de la Fundación, destacó: “Siempre tratamos de sumar a alguna escuela o algún comedor y traemos chicos más carenciados para que haya una fusión entre el paciente del centro, el público en general y estos chicos y que todos puedan disfrutar de este momento, que las Navidad es eso es poder compartir con quienes no tienen, con quienes tienen más y que todo fluya de la manera más normal posible. Eso es lo más lindo que tiene para mí este evento”.
