Un trío de investigadores médicos descubrió que muchos hombres que experimentan disfunción eréctil pueden superar gran parte del problema simplemente haciendo ejercicio aeróbico. En su estudio, publicado en The Journal of Sexual Medicine, Mohit Khera, Samir Bhattacharyya y Larry Miller analizaron los resultados de 11 ensayos aleatorios y controlados que consistieron en probar el impacto del ejercicio y los medicamentos como el Viagra para tratar a los hombres con disfunción eréctil.
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Investigaciones anteriores habían demostrado que muchos hombres mayores experimentan problemas para lograr una erección al momento de tener relaciones sexuales. En este nuevo estudio, los investigadores identificaron que algunas investigaciones probaron que la disfunción eréctil se asocia con bastante frecuencia con la salud cardiovascular y los síntomas asociados, como la inflamación y el estrechamiento y/o endurecimiento de las arterias. También anotaron que el ejercicio aeróbico regular reduce los síntomas de la enfermedad cardiovascular. Esto hizo que se preguntaran si tal enfoque podría funcionar para los hombres que experimentan disfunción eréctil.
Para averiguarlo, los investigadores buscaron en múltiples bases de datos de información relacionada con la investigación sobre la disfunción eréctil. Encontraron 11 estudios aleatorios y controlados en los que a algunos voluntarios que experimentaban disfunción eréctil se les administraron medicamentos para tratar sus síntomas, mientras que a otros se les recetó solamente ejercicio.
La actividad física, una gran aliada para superar la disfunción eréctil
Los investigadores encontraron que la prescripción de ejercicio aeróbico era casi tan efectiva como la prescripción de medicamentos como Viagra, siempre que los voluntarios realmente hicieran el ejercicio indicado. Más específicamente, de los 1,100 hombres que participaron en los ensayos, 600 siguieron un régimen de ejercicio que implicaba participar en 30 a 60 minutos de ejercicio aeróbico de tres a cinco veces por semana. Otros 500 voluntarios sirvieron como grupo de control.
Los investigadores que participaron en los ensayos encontraron que los voluntarios que participaron en los regímenes de ejercicio vieron una mejora de 5 puntos en la función eréctil personal. También encontraron que cuanto más grave era la afección, mayor era la mejoría. Los investigadores también notaron que los voluntarios que recibieron Viagra o Cialis vieron mejoras de 4 a 8 puntos, mientras que los que recibieron testosterona vieron mejoras de solo 2 puntos.
El equipo de investigación apuntó que el ejercicio, a diferencia de los fármacos, rara vez tenía efectos secundarios negativos.
