La historia de Emma y su madre, Daiana Costas, es un reflejo de las luchas diarias que muchas familias enfrentan en la Argentina para garantizar el acceso a tratamientos médicos esenciales. Emma, diagnosticada en 2022 con talla baja extrema, una condición que limita su crecimiento y compromete su salud integral, es el centro de una batalla marcada por la esperanza y la incertidumbre.
“Emma ahora pesa 15.300 kilos y mide un metro. En tres meses de tratamiento, subió 300 gramos, creció lo suficiente para pasar de calzar talle 23 al 25, y cambió cinco dientes que no había cambiado antes. Son avances que me llenan de esperanza, pero que dependen de que el tratamiento no se detenga”, comparte Daiana con una mezcla de orgullo y angustia.
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Daiana, agente de la policía bonaerense madre de dos hijos, detalla cómo su vida dio un vuelco tras el diagnóstico de Emma. “Tiene que inyectarse somatropina diariamente, necesita controles médicos mensuales con endocrinólogos, nutricionistas y otros especialistas. Todo esto tiene un costo altísimo. Solo la medicación mensual cuesta cerca de tres millones de pesos y, a veces no la entregan a tiempo. No puedo permitirme un solo mes sin tratamiento”, confiesa al borde de las lágrimas, dejando al descubierto la dura realidad de quienes enfrentan un sistema que no siempre responde a las necesidades.
En cada palabra, Daiana transmite una mezcla de amor incondicional y el peso de una lucha diaria que no puede darse el lujo de perder.
Además, Daiana detalla que, tras varias cirugías y problemas de salud propios, hoy se encuentra trabajando en disponibilidad simple, cobrando la mitad de su sueldo. A esto se suma el costo de vida en La Plata, ciudad a la que se mudaron desde un pequeño pueblo bonaerense para que Emma pudiera recibir una atención médica adecuada. “Vivíamos en un lugar donde no había especialistas ni recursos para tratarla. Tuve que vender todo para venirnos a La Plata y darle lo que necesita, pero acá el alquiler, las expensas y las consultas con profesionales me dejan sin recursos”, explica.
Una lucha diaria por la salud de Emma
Emma, que sufrió meningitis bacteriana en 2022, fue diagnosticada tardíamente con talla baja extrema debido a la falta de especialistas en su pueblo natal. “El pediatra decía que era chiquita como yo, pero en realidad tenía la curva de crecimiento detenida. Perdimos cuatro años de tratamiento, que son vitales para el desarrollo de un niño. Ahora debemos cumplir con los controles estrictos y no podemos detenernos”, enfatiza Daiana.
Para enfrentar esta situación, Daiana organizó una colecta solidaria con el objetivo de crear un fondo de reserva para garantizar el tratamiento de Emma. “Quiero armar un fondo que me permita cubrir la medicación cuando haya retrasos en la entrega, además de pagar las consultas médicas y los estudios. Cualquier ayuda es vital para que Emma pueda seguir creciendo y desarrollándose”, dice esperanzada.
La familia también enfrenta desafíos logísticos, ya que la medicación de Emma requiere almacenamiento en frío y cuidados específicos. “Si se corta la luz y la medicación se pierde, no me la vuelven a dar. Eso me obliga a estar siempre con un plan B para garantizar que Emma reciba su tratamiento”, detalla Daiana.
Cómo colaborar para garantizar su tratamiento
La historia de Emma y Daiana no solo es un llamado a reflexionar sobre las falencias del sistema, sino también una oportunidad para tenderles una mano. Quienes deseen colaborar con esta familia en su lucha por garantizar la continuidad del tratamiento de Emma pueden hacerlo a través de la siguiente vía:
Banco Galicia
DU: 35244396
CTA: 4016083-0 373-6
CBU: 0070373230004016083065
CUIL: 23352443964
ALIAS: Crecer.emi
Cada aporte, por pequeño que sea, representa un paso más hacia un futuro lleno de posibilidades para Emma.