Cada vez más adultos padecen el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Este crecimiento está impulsado por factores como el acceso a la telemedicina, una mayor visibilidad del trastorno en redes sociales y un cambio cultural que favorece el reconocimiento de problemas de salud mental en edades más avanzadas.
“Hay un porcentaje importante de personas que lo tiene y llega a la vida adulta sin saberlo”, dice José Antonio Infante, neuropediatra del Hospital Zambrano Hellion, México.
La psicóloga Carola Salgado de España, comparte varias teorías al respecto. Por un lado, “tendríamos la hipótesis que habla de una mayor concientización que facilita el diagnóstico. Antes, el TDAH se resolvía con etiquetas como ‘niños inquietos’, ‘distraídos’ o incluso ‘rebeldes’. Esos niños que se escaparon del diagnóstico correcto, hoy son diagnosticados de TDAH en la etapa adulta”.
Aunque muchas personas optan por consultar a médicos generales, psiquiatras o terapeutas para un diagnóstico formal, la ausencia de directrices clínicas claras sobre cómo diagnosticar el TDAH en adultos puede llevar a evaluaciones inconsistentes.
Las personas con TDAH suelen presentar una variedad de síntomas que pueden dividirse en tres categorías principales: falta de atención, hiperactividad e impulsividad. En cuanto a la falta de atención, los afectados tienen dificultades para prestar atención a los detalles, mantener la organización, y tienden a perder objetos o olvidar tareas.
También les cuesta mantener el enfoque en una actividad por periodos prolongados. En términos de hiperactividad, presentan inquietud motora, dificultad para estar quietos, hablan en exceso y se les dificulta participar en actividades que requieren tranquilidad.
Por último, la impulsividad se manifiesta en interrupciones constantes a los demás, actuar sin pensar, dificultad para esperar su turno y tomar decisiones de manera precipitada.
Qué causa el TDAH
Los investigadores aún no han averiguado qué es lo que causa exactamente el TDAH. Como en muchos otros trastornos, “es probable que sea el resultado de una combinación de factores”, aseguran en la web de la Institución Nacional de Salud Mental de EE. UU. El TDAH se puede tratar para que sea más manejable. Estas medidas pasan por los medicamentos, la terapia o una combinación de los dos.
En el caso de los medicamentos, suelen funcionar los estimulantes, y la terapia puede ayudar al paciente a ser más consciente de los desafíos de atención y concentración.