El peso corporal en la infancia y la adolescencia puede tener un gran impacto en el riesgo de infertilidad de los hombres, según un nuevo estudio.
El trabajo se presentará en ENDO 2022, el congreso anual de la Endocrine Society, la sociedad de endocrinología más grande de los Estados Unidos. La conclusión indica que los niños y adolescentes con sobrepeso u obesidad, o aquellos que tienen altos niveles de insulina o resistencia a la insulina tienden a tener testículos más pequeños en comparación con sus pares con peso normal y niveles de insulina.
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“Un control más cuidadoso del peso corporal en la infancia y la adolescencia puede ayudar a mantener la función testicular más adelante en la vida”, dijo la investigadora principal Rossella Cannarella de la Universidad de Catania en Italia.
La infertilidad masculina está en aumento
La prevalencia de la infertilidad masculina está aumentando y el recuento promedio de espermatozoides se ha reducido a la mitad en los últimos 40 años en todo el mundo, sin razón aparente, reconoció la experta.
El volumen testicular (una medida del tamaño del testículo) está directamente relacionado con el recuento de espermatozoides. Esto significa que los testículos más pequeños tienden a producir menos espermatozoides.
“Esta evidencia sugiere un posible vínculo entre la obesidad infantil y la alta prevalencia de bajo volumen testicular en los jóvenes”, plantea.
Para buscar un posible vínculo entre el bajo volumen testicular y la obesidad, los investigadores evaluaron el volumen testicular en 53 niños y adolescentes con sobrepeso y 150 con obesidad.
Sus resultados se compararon con 61 compañeros sanos de la misma edad. Los niños y adolescentes con peso normal tenían un volumen testicular significativamente mayor en comparación con sus compañeros con obesidad o sobrepeso.
El estudio también analizó la relación entre las anomalías metabólicas relacionadas con la obesidad, como la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia, en el volumen testicular.
“Estos hallazgos ayudan a explicar la razón de la alta prevalencia de la disminución del tamaño testicular en los hombres jóvenes”, reconoció Cannarella.
La obesidad infantil
“La población pediátrica presenta un panorama preocupante. Muchos niños crecen actualmente en un entorno que favorece el aumento de peso y la obesidad: cambios en el tipo de alimentos y en su disponibilidad, descenso en la actividad física con mayor tiempo dedicado a actividades sedentarias y que suponen estar frente a una pantalla. Sin embargo, los patrones alimentarios se forjan en las primeras etapas de la vida por lo que ese es el mejor momento para actuar”, alertó Marianela Aguirre Ackermann, médica especialista en Nutrición y magister en Diabetes y Coordinadora del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Argentina de Nutrición.
Según los resultados de la segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS), el sobrepeso y la obesidad son las formas más frecuentes de malnutrición en la Argentina, con una proporción de exceso de peso del 13,6% en niños menores de 5 años y del 41,7%, en niños y adolescentes de entre 5 y 17 años.
